Sí pero no, podría ser el lema que desgraciadamente caracteriza al Gobierno de México. Triste pero cierto, el Sr. Presidente López Obrador ha venido conduciéndose de manera contraria a como en un principio lo manifestó públicamente tanto en campaña electoral como también ya investido Presidente de la República. Los ejemplos abundan, aquí solo algunos: Prometió acabar con la corrupción y no lo ha hecho sino todo lo contrario, por ejemplo; el 74% de las compras gubernamentales son asignadas y sin concurso alguno, otro; la exoneración del Lic. Manuel Bartlett. Prometió que bajaría el precio de la gasolina y la verdad es que no bajó. Prometió devolver a las Fuerzas Armadas a los cuarteles y la verdad es que no lo hizo y no solo eso, creó la Guardia Nacional y que para fines prácticos es un cuerpo militarizado más. Prometió seguridad y hoy estamos peor que nunca, los índices delictivos rompen records al alza. En el rubro de salud ocurre algo similar, dijo que primero los pobres y que no les faltarían ni doctores ni medicamentos (prometió un sistema de salud como el de algún país europeo) y la realidad es que no hay ni médicos ni medicinas, los hospitales están peor que nunca. Prometió un crecimiento promedio del PIB del 4% anual y no cumplió ni de lejos (el resultado para 2019 fue inclusive negativo, -.1%). Consultó a “la madre tierra” sobre el proyecto del mentado tren maya como si el medio ambiente le importara y al mismo tiempo cancela proyectos de generación de energías limpias y más baratas, sabotea y reduce los presupuestos de organismos exitosos como Conabio y Conanp y para colmo inicia la construcción de una refinería de petróleo y recurre a producir electricidad a partir de la nociva quema de carbón. Invita a centroamericanos a venir a México, les dice que aquí encontraran las puertas abiertas para visa y trabajo y finalmente los recibe a palos. Como un ejemplo que rebasa cualquier caricatura; dijo que rifaría el “avión presidencial” (ese que no tenía ni Obama) que el “cachito” costaría $ 500 pesos pero que el ganador no se llevaría el avión rifado sino una cantidad de dinero. ¡Sí pero no!

Todo lo expuesto es muy grave ya que no solo denosta la investidura presidencial y la hace motivo de toda clase de burlas, también reduce la credibilidad en el país y con ello el que se frenan las inversiones y por ende la creación de los empleos que tanta falta hacen en México.

Además se reduce la confianza y credibilidad en las instituciones democráticas por parte de la ciudadanía. Reducción que, sumada al desgaste, sabotaje y golpeteo continuo por parte del Sr. Presidente para con ellas, podría llevar a la ciudadanía a renunciar a la democracia en su expresión más amplia y no solo la electoral. La consecuencia de ello podría ser fatal; la transformación del gobierno autoritario que pretende la cuarta transformación en una auténtica dictadura (recordemos que las dictaduras siempre han resultado ser fatales para todos los pueblos).

Por lo anterior es que considero importante que el Sr. Presidente cumpla con su palabra y deje de poner pretextos y de echarle la culpa o a Calderón o a los conservadores o a cualquier otro. Él como candidato y ahora como Presidente sabía y sabe perfectamente cuál era y es la situación que atraviesa el país y asumo que es en base a ello el que toma las decisiones que toma. Es por esto que lamento y repruebo que el Presidente López Obrador se dé a conocer como el Presidente del sí pero no.

Fuente de los Deseos: Ojalá el Sr. Presidente cumpla con su palabra y asuma su responsabilidad. Ojalá quede atrás eso del sí pero no.

Comisionado del CECA@TAMBORREL.mx

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