La diversidad en la naturaleza es siempre una de las mayores enseñanzas para los seres humanos, quienes desde siempre hemos enriquecido nuestro aprendizaje tanto por lo que nuestros padres y abuelos nos comparten como por lo que observamos en el transcurso de nuestra propia vida y que a su vez nos corresponde transmitir a nuestros hijos y nietos.

Nuestra entidad, por su ubicación geográfica, tiene varias zonas y regiones donde predominan los matorrales y cactáceas en la parte central del estado; también tenemos bosques de coníferas y encinos que se ubican en las zonas altas del norte y selvas secas en las partes bajas del centro y norte de la entidad; hay también pastizales ubicados en algunas zonas.

Sin embargo, desde siempre me ha llamado mucho la atención la zona semidesértica, aquella donde la supervivencia en condiciones climáticas adversas es una gran lección de vida para la flora y la fauna que conforman el entorno en el que se desarrollaron muchas familias asentadas desde tiempos prehispánicos y cuyas costumbres prevalecen hasta nuestros días, en el marco de una singular belleza, como lo vemos en esta imagen que asemeja papeles arrugados en una ilusión, pero que en realidad apenas oculta el verdadero significado del esfuerzo de aquellos que luchan por seguir adelante en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

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