La Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitió recomendación al gobierno federal por violaciones a los derechos humanos cometidos por la Secretaría de Bienestar. La recomendación también se dirige al DIF nacional. Derivado de las quejas presentadas por padres de familia y administradores de las estancias infantiles, a virtud de los recortes al presupuesto; ya no hay dinero público para las estancias infantiles, lo que obligó a los padres de familia a buscar alternativas de cuidado y atención de sus menores. De pronto 322 mil menores se quedaron sin cuidado y sin atención temprana. El gobierno federal cambió las reglas del juego: en lugar de estancias infantiles, ahora obsequia 1,600 pesos bimestrales a cada padre de familia para que manden a sus hijos a la guardería de su elección o, como dijera el Dr. Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda, que los cuiden los abuelos. ¿Lo Recuerdan? Y López Obrador tuvo la desvergüenza de respaldarlo. De ese asunto comentamos.

En la queja 29/2019, la CNDH, emitió la recomendación, a instancia de los agraviados, partes que consideraron violados los derechos superiores de los niños, sus derechos humanos, al privarlos del derecho que se había otorgado a miles de menores desde el sexenio de Felipe Calderón; de pronto les fueron arrebatados esos beneficios. Derechos humanos que fueron violentados por el gobierno federal, supuestamente a razón de la corrupción que había con el manejo de los dineros que se entregaba a las estancias infantiles (no hubo denuncia ni acusados).

Ya no sorprende a nadie la manera en que responden las autoridades a resoluciones que les incomodan, no están dispuestos a ser observados, mucho menos que se les critique, así sea por parte de autoridad judicial o, como en este caso, derivado de la recomendación que emitiera a finales de mayo la CNDH. A María Luisa Albores González no le importa la recomendación, por el contrario, la critica, mediatiza el asunto, como es costumbre del gobierno de la 4T.

Más grave aún cuando el mismo Presidente de la República considera como vergonzosa la recomendación y adelanta que no la cumplirá, ya que, de hacerlo violaría derechos humanos. AMLO prometió que su gobierno no violaría derechos humanos pero ahora resulta que es autoridad que determina quién sí o quién no es violador de éstos.

Al presidente de la CNDH no le quedará más remedio que denunciar a la Fiscalía la probable comisión de delitos, pero Alejandro Gertz Manero es subordinado de López Obrador, así que no prosperará acción legal alguna. Veremos si la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es capaz de alzar la voz o también callará y se someterá a la voluntad y autoritarismo del Presidente; recordemos que la CIDH es aliada de la 4T. La actitud presidencial confirma, otra vez, la no aceptación al Estado de Derecho, su resistencia a dar cumplimiento a las resoluciones de autoridades. Vamos directo al estado autoritario, despótico.

La actitud de rechazo a la recomendación que emitiera la CNDH, confirma el desprecio de López Obrador, por esa y muchas otras instituciones. Andrés Manuel López Obrador, quiere autoridades a modo, que se plieguen a sus caprichos, lacayos. Por eso el interés del Presidente de minar las facultades del Poder Judicial. Peligrosamente estamos en presencia de la figura del autoritarismo sin restricción, a tiempo de frenar más abusos. El contrapeso legal está en manos de las autoridades, estas deben frenar y defender el Estado de Derecho, antes de sucumbir bajo la “bota” de la intolerancia.

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