¡Vaya dilema que ha causado en estos días el reemplacamiento en Querétaro! Ante esta política pública se han percibido una serie reacciones negativas entre diferentes actores, pero el tema no es solo político, sino también económico. ¿Por qué hay oposición y para qué sirve esta medida?

El programa Nuevas Placas 2022 busca que todos los vehículos registrados en Querétaro renueven placas metálicas, tarjetas de circulación y calcomanías durante este año. El costo es de 2,330 pesos por automóvil privado o público y 762 pesos por motocicleta, pero si se pagan antes del 31 de julio —considerando la ampliación del plazo recién anunciada— tendrán 30% de descuento.

Para ponerlo en perspectiva, el cobro con descuento (1,631 para automóviles) equivale a casi 19% de lo que gana un trabajador promedio en estado. A eso habría que sumarle alrededor de 800 pesos de refrendo, con lo que tener el automóvil en regla equivaldría a prácticamente una tercera parte del ingreso de un mes. Por ello, entiendo la preocupación por parte de la ciudadanía, más aún cuando los precios están por las nubes (con una inflación que en 2021 superó 7%).

El reemplacamiento es una forma de levantar un censo vehicular con el fin de actualizar el padrón de vehículos y sus propietarios, así como implementar candados de seguridad más sofisticados en las placas y la tarjeta de circulación para evitar falsificaciones. Esto podría facilitar la investigación de ilícitos y controlar el mercado negro de placas.

De acuerdo con el gobernador Mauricio Kuri, las nuevas placas tendrán 9 medidas de seguridad, incluyendo un código QR para verificar la información completa del contribuyente. Además, el nuevo ordenamiento vehicular considera arcos de seguridad, cámaras de videovigilancia y lectores viales que estarán enlazados a centros de información con lo que se podrá proteger a los ciudadanos.

A pesar de estos beneficios, una de las mayores críticas sobre este cobro es que es desproporcionado en comparación con lo que cobrarán otras entidades. Considerando el descuento, el reemplacamiento en Querétaro costará 70% más que en Puebla (965 pesos) y lo doble que en el Estado de México (844 pesos).

La pregunta es ¿la tecnología anunciada justifica el costo de la medida y su desproporción con otras entidades? La respuesta dependerá de dos elementos fundamentales.

El primero es que el programa cumpla con el objetivo de “fortalecer la seguridad y dar certeza jurídica, fiscal y patrimonial a los queretanos”. En términos prácticos, eso se debe de ver reflejado en un decremento en la tasa de robo de automóviles, así como en la incidencia delictiva. Hay que recordar que según el Índice de Competitividad Estatal 2021 del Imco, Querétaro es el quinto estado con mayor tasa de robo de vehículos (con 6.3 robos por cada mil registrados) e incidencia delictiva (con 22 delitos del fuero común por cada mil habitantes).

El segundo elemento es que se debe asegurar la transparencia en la asignación de contratos, así como el monitoreo de los recursos recaudados. Es fundamental que los ciudadanos tengamos certeza de que se paga más por un servicio que es mucho mejor y que realmente tendrá beneficios tangibles en materia de seguridad.

La rendición de cuentas es fundamental y como ciudadanos debemos darle seguimiento.

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