Salud Sr. Presidente, sí, invertir en la salud de las y los mexicanos no solo es un mandato constitucional, es también la expresión por excelencia de la solidaridad humana y desde luego un requisito indispensable a cubrir para lograr el crecimiento integral del país.

Por lo anterior el recorte al presupuesto destinado a atender las necesidades de salud del pueblo de México es desde mi perspectiva una irresponsabilidad absoluta. No aumentar el presupuesto de los institutos nacionales de salud es frenar el desarrollo de más y mejores tratamientos, es disminuir y hasta eliminar la esperanza de sanación de cientos de miles de compatriotas enfermos, es en suma una aberración. Los institutos nacionales de salud así como los grandes hospitales del país son los espacios donde la investigación y el desarrollo de las aplicaciones de los avances de la medicina son materializados; por ello recortarles el presupuesto es atentar contra la salud de las y los mexicanos. Asimismo disminuir el presupuesto para detectar y atender el cáncer es inaceptable, disminuir y retardar el suministro de todo tipo de medicamentos, como los antirretrovirales, es también inaceptable. Recortar los presupuestos para becas de los pasantes de medicina que atienden en los centros de salud es inconcebible (ello implicará que las personas enfermas y más necesitadas no sean atendidas por un médico, sino en muy contadas ocasiones).

Sr. Presidente, recientemente usted señalo que “sería una contradicción que un gobierno que surge de un movimiento popular, que busca combatir la pobreza y dar preferencia a los humildes, no destine recursos para la salud o para la educación”. Los hechos señalan lo contrario. Los presupuestos se recortaron. Por ejemplo; a los institutos nacionales de salud y otros grandes hospitales les recortaron prácticamente 2,400 millones de pesos. A “Nutrición” le disminuyeron de 471 millones (presupuesto 2018) a 323 millones (2019), a Cardiología le recortaron 11% al pasar de 177 millones en 2018 a 157 millones para el 2019 y así a muchos otros. Sin tener elementos para afirmarlo y solo haciendo conjeturas sobre las declaraciones de German Martínez al momento de su renuncia, percibo que la SHCP tomó dinero que debió llegar al servicio de los derechohabientes del IMSS y lo canalizó a otros programas de su gobierno. La saturación en los pasillos de los hospitales así lo confirma.

Lo anterior tiene severas consecuencias sobre todo para quienes menos tienen. Es importante considerar que el 52% de la población vive en condiciones de pobreza patrimonial por lo que el servicio de salud que les presta el Estado es el único al que pueden acceder y por lo tanto es simplemente indispensable.

Tampoco podemos pasar por alto que cerca del 45% de los gastos totales en salud en el país lo realizan directamente las familias mexicanas. Es decir, prácticamente por cada peso que eroga el gobierno el pueblo y no obstante de que paga sus impuestos, eroga otro peso.

Es por lo anteriormente expuesto que sumo mi voz a quienes reclaman no solo reponer el presupuesto recortado sino el de aumentarlo. Es cierto que este grave problema lo venimos arrastrando desde hace décadas y que la situación por la que atravesamos no es de su responsabilidad sin embargo Usted nos propuso una transformación y al momento esta no se ha hecho presente sino todo lo contrario. Los problemas se están acrecentando.

Fuente de los Deseos: Ojalá el nuevo Gobierno de México corrija el rumbo y destine un mayor presupuesto a atender la salud de las y los mexicanos.

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