Después de visitar los  18 municipios del estado  y tener contacto directo con la militancia, sentamos las bases para el momento álgido en nuestra entidad. El pasado 27 de noviembre  llevamos a cabo la Asamblea Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Este evento es la culminación de varios actos desarrollados en este mes, pero que apenas son la antesala del gran evento que se avecina el próximo 10 de diciembre: la Asamblea Nacional.

Una de las primeras acciones al frente de este instituto político en Querétaro, fue el realizar todos los actos necesarios para conformar la Asamblea Nacional. Un espacio libre, de debate y reflexión entre todas y todos quienes, de una manera u otra, tienen interés e injerencia en el priismo.

Dicha Asamblea rondará en cuatro grandes mesas temáticas: Proyecto de país, estrategia política, vida interna y prospectiva. Temas de gran relevancia para la militancia y que determinarán el rumbo que habrá de llevar el partido hacía la elección de 2024.

En esa tónica, lo primero que llevamos a cabo fue un acercamiento con la militancia. Dimos pasos a la autocrítica y la reflexión, siempre con respeto y tolerancia, en un espacio abierto a todas las opiniones y todas las voces. Las y los militantes se dieron cita para manifestar sus ideas, inquietudes y, ¿por qué no?, sus quejas.

Esa es la esencia de la democracia, el diálogo y el contraste de ideas.

Respecto a la primera mesa, relativa al proyecto de país, se discutieron muchos aspectos, destacando por su relevancia, el no permitir el desmantelamiento de las instituciones. Casi todas las voces concordamos en que es necesario apoyar a los sectores productivos del país y tender nuestras manos a los grupos más vulnerables, pero con visión de crecimiento, más no de asistencialismo.

Y es que la situación por la que atraviesa nuestro país no es la más sencilla, ni la más óptima. Después de los estragos provocados por la pandemia y los cientos de miles de muertes, cerramos el 2021 con cifras económicas nada halagadoras. Una inflación histórica de alrededor de 7%  que ha golpeado duramente el bolsillo de las familias mexicanas y algunos visos de una variante más del Covid-19; con todos los riesgos que implica para la salud y la economía.

Aunado a ello, se realizaron análisis retrospectivos. Se han revisado y discutido, con plena libertad, los errores del pasado y los retos que nos depara el futuro.

Sin duda, vivimos tiempos extraordinarios que demandan acciones extraordinarias. Necesitamos reivindicar los ideales del priismo nacional y reencauzar la energía que siempre lo ha caracterizado. Debemos recuperar el contacto con la gente, hacer comunidad y sobre todo, hacer realidad los dos valores que lo definen: democracia y justicia social.

Por lo pronto, orgullosamente puedo afirmar que el priismo en Querétaro está fuerte, vivo y con determinación. Estamos convencidos que tenemos grandes retos, pero sobre todo, grandes oportunidades y, desde nuestra entidad, estamos listos para fortalecer a nuestro instituto político en todo el país.

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