En la iniciativa del Ejecutivo federal con proyecto de decreto, por el que se reforman, derogan y adicionan diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia electoral, propone en el punto III de la exposición de motivos “la unificación de las autoridades electorales administrativas y jurisdiccional y la extinción de los órganos locales y los tribunales electorales de las entidades federativas”.

Según el Presidente, con esta propuesta se busca fortalecer la democracia y garantizar el cumplimiento de la voluntad popular. Las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales deben ser independientes del poder político, de los partidos y de los grupos económicos.

La mayor afrenta para el ejecutivo federal, fue el papel que desempeñó el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación durante el proceso de revocación de mandato.

Propone crear el Instituto Nacional de Elecciones y de Consultas como “autoridad electoral independiente”, sería la única autoridad electoral en el país, sus funciones absorberían los órganos públicos locales, organizaría la totalidad de los procesos electorales de la república, a nivel nacional, estatal y municipal. Además de que lleve a cabo los ejercicios de “democracia directa que prevén la Constitución y las leyes”. También propone eliminar los distritos electorales.

Los expertos en materia electoral opinan que es una acción más para debilitar el federalismo mexicano. El federalismo es una cuestión que está inmersa en nuestra historia. Desde los inicios de nuestra vida independiente hasta la restauración de la República fue un tema que dividió a la nación. En la lucha finalmente prevaleció el federalismo y sigue siendo un tema materia de estudio y expresión de un ideal de la población de nuestro país.

No tener organismos locales electorales equivaldría a retroceder casi un siglo de un proceso de perfeccionamiento de la vida democrática de México. Cualquier intención de eliminarlos, atenta directamente contra la democracia de nuestro país.

El pacto federal es un acuerdo de voluntades entre representantes de lo que fueron las provincias en las que se dividió la República mexicana en el siglo XIX. Esas provincias tomaron la decisión de transformarse en estados y declararse libres, autónomos y soberanos. Cada una de las entidades se dio a la tarea de organizar su constitución y, posteriormente, se da una gran convocatoria del congreso constituyente mexicano y se otorga la primera constitución federal en 1824.

El pacto federal es un acuerdo de igualdad. Sin embargo, el centralismo declara nula la soberanía de los estados, hace más fuerte la soberanía federal, eso significa que todas las tomas de decisiones se dan en Ciudad de México.

En la historia de nuestro país, el único momento en que se ha roto el pacto federal fue durante el periodo del general Antonio López de Santa Anna y que terminó en la peor crisis de la historia mexicana con la guerra y separación de Texas, la guerra con Estados Unidos y la separación del resto de los territorios del norte de la República en 1848.

El federalismo es mantener la igualdad de principios, derechos y valores en cada una de las entidades federativas para, así, hacer fuerte el concepto de república mexicana en su nombre: los Estados Unidos Mexicanos.

Al desaparecer a los OPLE, se concentrarían todas las facultades y atribuciones respecto de las elecciones tanto federales como locales en una sola autoridad administrativa electoral centralizada que rompería, en más de un sentido, el modelo de organización política federal contemplado en nuestra Constitución General.

Exlegislador federal y local 
@Chucho_RH

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