Ayer asumió la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ministra Norma Lucía Piña Hernández. Primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de México. Una abogada de convicciones firmes, comprometida con las mujeres y la lucha por nuestros derechos.

Tuve la oportunidad de conocerla a finales de 2019, en un evento conmemorativo de los 25 años de la Convención de Belém do Pará, en el que, al lado de compañeras muy valiosas de todo el país como Nancy Castañeda, Gretel Castorena, Erika Razcón y Sandra Vivanco, pudimos escucharla junto a las principales ideólogas de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, Georgina Leiro, Linda Poole y Mireya Regazzoli quienes se autodenominaban “Las Brujas”, como cariñosamente se referían a su fortaleza y empoderamiento.

La ministra Piña habló del avance de las mujeres, de los retos pendientes, de la paridad y de la sororidad que se necesita para que cada vez más mujeres ocupen cargos que por años nos han sido negados. Habló de la igualdad, de la necesidad de la prevención, sanción y erradicación de la violencia y de la importancia de contar con ordenamientos jurídicos, mecanismos y capacidades para combatirla, siempre conscientes que los feminicidios y la violencia contra las mujeres, en todos los ámbitos, aumentan de manera alarmante año con año.

En esa ocasión, la ministra Piña fue enfática al señalar que las juezas y jueces, como parte de su trabajo no solo deben resolver conflictos, sino cumplir, en todas sus decisiones, con su obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos y contribuir con sus sentencias a erradicar la violencia contra las mujeres para lograr el cambio cultural que nuestro país requiere y al que toda sociedad democrática debe aspirar. Para ello, puntualizó, las y los juzgadores deben juzgar con perspectiva de género, uno de los instrumentos de control más importantes para contribuir en esta lucha.

Hoy, más de 60 años después del nombramiento de María Cristina Salmorán, primera mujer en ocupar una silla en la SCJN, Norma Piña asume su lugar en la historia junto a otras grandes juristas que han abogado por la igualdad, la libertad y los derechos humanos de las mujeres, entre ellas Ruth Bader Ginsburg, jueza en la Corte de EU por más de 30 años, quien nos enseñó que "…las mujeres deben estar en todos los lugares donde se toman decisiones."

Conversar con la doctora Piña me convenció de su sencillez, preparación, capacidad, empatía y valor, por eso aplaudo la decisión de los ministros y ministras porque ella es digna de ocupar la Presidencia de la Corte.

Este logro, apoyado en los hombros de otras valientes mujeres feministas, es algo que debemos celebrar y defender porque no todos los días tenemos la oportunidad de presenciar la historia. Hoy hemos visto a Norma Piña Hernández romper un enorme techo de cristal en nombre de todas las mujeres de México.

Titular de Aliadas Incidencia 
Estratégica e integrante de la 
Red Nacional de Alertistas. 
Twitter: @mcruzocampo 
FB: maricruz.ocampo

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