La revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza.

Pero, ¿qué ha pasado en realidad? Los expertos que han opinado al respecto ven una parte de “vanidad política” y algo más delicado: impulsar la pérdida de la confianza en el INE y otras instituciones de México y posteriormente desaparecerlas.

El Presidente de la República está muy seguro de su popularidad, pero cuidado, el populismo implica una serie de riesgos para el funcionamiento de la democracia representativa, pueden surgir confusiones como la tendencia a equiparar al populismo con la democracia directa, pues, el plebiscito y el referendo no significan democracia directa en el sentido en que se plantea.

De hecho, este tipo de consultas son una especie de distractor del hecho de que el pueblo, por más ensalzado que sea en términos discursivos por la retórica populista, con frecuencia deja todas las decisiones importantes en manos del líder populista y de su voluntad personal.

Tanta es la confianza que tiene, que el proceso de revocación de mandato que se realizará el 10 de abril próximo, el Presidente y su partido en una posición absurda: promueven un proceso contra el cual, acto seguido, lucharían con todo para derrotarlo. En los últimos meses se pudo ver a simpatizantes de López Obrador buscar de forma activa apoyo para la celebración del referendo que podría, de hecho, ponerle fin a su presidencia.

La pregunta que debe ir en la boleta de acuerdo al Artículo 19 Fracción V de la Ley Federal de Revocación de Mandato debierá ser: ¿Estás de acuerdo en que a (nombre), Presidente/a de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?

Sin embargo después de someterla al criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se modificó y quedó así: ¿Estás de acuerdo en que el Presidente de la República, electo para el periodo constitucional en curso, continúe en el cargo hasta que concluya su mandato?

Ahora bien, el Instituto debe garantizar la integración de las mesas directivas de casilla para la jornada de revocación de mandato, compuestas por ciudadanas y ciudadanos a razón de un presidente, un secretario, un escrutador y un suplente general. El INE considera que solo podrá instalar 57 mil casillas en lugar de 160 mil por falta de presupuesto, usará como base a las Unidades Territoriales aprobadas para la consulta popular del año pasado. Sin embargo, el número final será conocido, a más tardar, el 10 de marzo.

Los partidos políticos con registro nacional tendrán derecho a nombrar un representante ante cada mesa directiva de casilla, así como un representante general, bajo los términos, procedimientos y funciones dispuestos por la Ley General.

Las implicaciones que este proceso de consulta a la ciudadanía, no parecen derivar en la destitución del presidente AMLO, sino diversos efectos políticos como son: la ratificación de la popularidad del presidente y la acentuación de la confrontación con las autoridades electorales

La popularidad del Presidente se ha mantenido, sin embargo, el reto que presenta es convertir esta aceptación en votos para las distintas elecciones donde ya no puede participar activamente por las prohibiciones que el marco legal le impone.

Mantener la polarización y la confrontación, parece ser la ruta que seguirá el Ejecutivo.

Expresidente municipal de Querétaro y ex legislador. @Chucho_RH

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