En este mes se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora y no quiero dejar pasar la oportunidad para hablar de algunos temas relacionados con el emprendimiento femenino y su relevancia social.

Primero que nada, pongamos un poco de contexto. En México somos casi 65 millones de mujeres. Del total de mujeres ocupadas, las emprendedoras representan casi la tercera parte, con  26%.

Desafortunadamente, ocho de cada 10 opera en la informalidad, la cual tiende a estar relacionada con menores niveles de productividad, salarios más bajos y falta de acceso a herramientas que permitan crecer. Por el contrario, los ingresos promedio de las emprendedoras formales son 2.5 veces más altos.

Son muchas las ventajas y el impacto social que tienen las empresas con una mujer al frente. De entrada, nosotras solemos contratar a más mujeres para trabajar (proporción 2 a 1 respecto a hombres) y el 86.1% de su personal permanece empleado durante todo el año.

Un estudio de Boston Consulting Group demostró que las startups dirigidas por mujeres presentaron una ganancia de 78 centavos por cada dólar invertido en ellas, mientras que las firmas lideradas por hombres se mantuvieron en 31 centavos por dólar. Sin embargo, desafortunadamente, las mujeres al emprender nos enfrentamos a diversos obstáculos. El primero es la falta o nulo acceso a financiamiento o apoyos económicos, sólo 13 de cada 100 logran obtener créditos o financiamientos.

Otra dificultad es la falta de información y acceso al ecosistema emprendedor, esto puede ser un factor por el que 54% de las mujeres emprendedoras en Latinoamérica ha recaído en la economía informal, de acuerdo con ONU Mujeres.

Entre otros retos están los múltiples roles que jugamos, no sólo tenemos que impulsar un proyecto en el que creemos, sino las labores del hogar, el cuidado de los hijos o de la familia. Las mexicanas dedican 4 horas diarias más a tareas del hogar y el cuidado de la familia que los varones.

¿Qué podemos hacer para romper estos obstáculos? Capacitarnos es clave. Definamos cuáles son esas áreas de oportunidad que tenemos, qué necesitamos aprender o cómo podemos tener mayores herramientas para llevar adelante nuestro emprendimiento. Quizá requerimos más habilidades financieras, de ventas o marketing. Como sea, invertir en el conocimiento es realmente importante.

Hoy por hoy, existen diversas tecnologías que puedes utilizar a tu favor. De acuerdo con una encuesta reciente de WhatsApp sobre cómo la adopción de la tecnología ha ayudado a las Pymes en México, las herramientas digitales se convirtieron en un salvavidas económico para ellas.

Más del 60% de las empresas encuestadas estuvo de acuerdo en que esta emergencia de salud las obligó a utilizar estas herramientas para sobrevivir, y la mayoría piensa que éstas evitaron el cierre de sus empresas.

Y, algo importante a reiterar, es no tengas miedo a la formalidad. Transitar hacia este esquema tiene grandes ventajas, uno de ellos es la posibilidad de tener una fuente de financiamiento. En cuanto a los roles que tenemos, es necesario delegar, organizarnos y pedir apoyo de tu familia o amigos para lograrlo.

Pero de todo esto, la principal recomendación es nunca dejar de creer en ti. Ten un propósito y metas claras, para que cada día te encamines hacia ellas, y no permitas jamás que nadie minimice tu idea. Y como dice una frase que me inspira tanto, no te detengas hasta que te sientas orgullosa.

@Lucyquiroga

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