El destino me ha llevado a este puerto, a la antesala de dirigir los trabajos del partido político de mis amores, el que me vio nacer.

Ello me llena de orgullo y, a la vez, de un gran sentido de responsabilidad. Estoy cierta que el reto es grande, pero me conforta la certeza de que, al final, el Partido Revolucionario Institucional, siempre es la mejor opción para dar resultados a la ciudadanía.

En el debate de las ideas y el vaivén de los tiempos, en medio de la disputa entre izquierdas y derechas, el PRI se erige como la mejor opción; la del justo equilibrio.

Somos un partido que reconoce y entiende los fenómenos sociales, que no desmerece la importancia del mercado y el flujo de capitales, pero que también reconoce la necesidad de disminuir las desigualdades y abatir la discriminación. Un partido que reivindica la justicia social y lucha por eliminar los contrastes.

Pugnamos por un Bienestar Social, que realmente impulse el desarrollo e independencia del pueblo, y que no solo sea un factor inerte frente a las injusticias o los abusos.

En el partido, hemos tenido momentos de júbilo, como el triunfo del exgobernador José Calzada en 2009, donde recuperamos la gubernatura y fuimos la primera fuerza política en Querétaro, así como cuando obtuvimos la Presidencia de la República en 2012, de la mano de Enrique Peña Nieto; pero también, hemos vivido tiempos difíciles, de reflexión y análisis.

Hoy, el partido presenta un reto importante de cara al 2024 y es en ese contexto, que me veo en la obligación de aportar a ese objetivo.

Por ello, es que decidí participar, en compañía de mí amigo Antonio Macias, político de probada experiencia, en el proceso para la designación de la Presidencia y la Secretaría General, del Comité Directivo Estatal en Querétaro.

Estoy cierta que la fuerza del PRI se siente en su unidad. Su estructura territorial y presencia en todo el estado es el sello que lo distingue.

Sus sectores y organizaciones son la amalgama perfecta para vincular a la ciudadanía con las bases del partido. La unidad de sus organizaciones, sectores, comités, representantes, militantes y simpatizantes es lo que da fuerza y sentido de pertenencia al partido.

Por eso, la militancia debe sentirse apoyada, empoderada y representada, pues solo de esa manera es como el partido crece y se consolida en el nuevo contexto político. Es tiempo de reforzar nuestra identidad. Que la militancia vuelva a sentir el orgullo de ser priista.

De esta manera, con la ayuda de nuestras bases, los sectores y organizaciones, la militancia y nuestros simpatizantes, estoy segura de que impulsaremos el cambio verdadero que merece nuestro país.

De la mano de nuestro presidente nacional, el diputado Alejandro Moreno; de nuestra secretaria general, la diputada  Carolina Viggiano; del secretario de Organización, diputadoRicardo Aguilar, y de todo el equipo de trabajo que conforman nuestra dirigencia nacional; estoy segura de que podremos revitalizar al PRI y cumplir el objetivo planteado para el 2024: ser la primera fuerza política en el estado y el país.

Vamos a trabajar con decisión, determinación y liderazgo.

 Presidenta del PRI estatal

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