Hace casi dos años y medio, en este mismo espacio de EL UNIVERSAL Querétaro, tuve la oportunidad de hablar sobre la importancia del parque nacional El Cimatario, de gran beneficio ambiental para nuestra zona metropolitana.

El día 27 de julio se cumplirán 34 años del decreto que lo nombró como parque nacional, con una superficie de 2,448 hectáreas. El parque forma parte de los municipios de Querétaro, Huimilpan y Corregidora.

En una metrópoli como la nuestra, que crece a pasos agigantados, con una alta tasa de desarrollo económico y aumento poblacional, se generan efectos adversos al medio ambiente, los cuales son indispensables de compensar. Desde su momento de creación y hasta la fecha, este parque nacional ha respondido a la exigencia de brindar calidad de vida a los habitantes de esta urbe. El “Plan Querétaro 2010-2015, Soluciones Cercanas a la Gente” indica que las áreas protegidas constituyen una herramienta importante para contrarrestar los efectos ambientales generados por la actividad humana.

Las áreas naturales protegidas aportan grandes servicios ambientales, condiciones y procesos naturales, incluyendo especies y genes que la sociedad puede utilizar por su simple existencia, tales como la biodiversidad, el mantenimiento del germoplasma con uso potencial para el beneficio humano, el mantenimiento de valores estéticos como el paisaje, la estabilidad climática, la contribución a ciclos básicos del agua (que incluyen la recarga de los acuíferos), intercambio de dióxido de carbono por oxígeno, calidad del aire y la conservación de suelos, lo cual incide en la calidad de vida de la población, en su salud física y mental. Todos estos son conceptos permiten dimensionar la importancia de conservar y lograr ampliar la extensión de áreas naturales protegidas, lo cual coadyuva en asegurar el futuro de las generaciones venideras en un ambiente sano, lo cual se encuentra a nivel de garantía individual en nuestra Constitución Política, que en su Artículo 4° , entre otras cosas, establece que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar y que el Estado garantizará el respeto a este derecho.

La declaración del parque nacional El Cimatario se llevó a cabo considerando, textualmente, que en la problemática de los asentamientos humanos, ocupa un sitio de primordial importancia el relativo control de la contaminación y saneamiento ambiental de los centros de población, resultando imprescindible establecer zonas verdes arboladas que al mismo tiempo que coadyuven a la solución de los problemas señalados, constituyan espacios que sirvan al mejoramiento ecológico de los asentamientos humanos.

Que en las inmediaciones de la ciudad de Querétaro, existe un paisaje geomorfológico integrado primordialmente por un conjunto de cerros entre los que destaca El Cimatario, ubicado al sur de ese centro urbano, siendo la altura más prominente de esa región, que se convirtió desde tiempo inmemorial y debido a su belleza natural en uno de los paseos predilectos de los lugareños, requisitos considerados como favorables para el embellecimiento de un parque nacional, que además de mejorar el aspecto estético, coadyuvará a la conservación del medio ambiente, (...) contribuyendo a la recreación.

Lo anterior implica el desarrollo sustentable de nuestra zona metropolitana y por ningún motivo deberá revertirse este decreto de área natural protegida El Cimatario. Un estudio del Instituto Nacional de Ecología en 2007, propuso derogarlo como parque nacional y decretarlo como zona de conservación ecológica. Esperemos que no proceda tal cosa y que se sostenga como parque nacional.

Procurador del Medio Ambiente de Querétaro.

jzepedag@queretaro.gob.mx

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