Una vez más estamos viendo que el Presidente de la República busca debilitar todo lo que sea un contrapeso para los gobiernos. Pero esta vez “propone” que se analice reducir el número de regidores en los ayuntamientos ya que llegan a cobrar más de 100 mil pesos entre sueldo y partidas extraordinarias, además de sugerir que por aprobar  informes de las y los presidentes municipales llegan a recibir bonos o alguna recompensación por obra aprobada en el Cabildo.

Pero señor Presidente, una vez más usted se vuelve a equivocar, desvía el tema a su “carta fuerte” y hace menos la funciones y responsabilidades de las y los regidores, algunas son:

Proponer, analizar, discutir y votar reglamentaciones municipales y proyectos de urbanización.

Formar partes de los consejos internos para el funcionamiento administrativo y llevar acabo las responsabilidades que se les confieran.

Asistir a TODAS las sesiones de Cabildo.

Históricamente la figura de regidores siempre ha existido, ejemplo de ello es la Constitución de Cádiz donde señala: “El ayuntamiento se integraba por alcalde o alcaldes, regidores, un procurador síndico, presididos por el jefe político o el prefecto donde lo hubiese, que era el representante del gobierno central en el departamento o partido”.

En 1983, se presentó una reforma histórica al artículo 115 donde se ponían la función del municipio: a) Facultad a los congresos de los estados para resolver sobre la desaparición de los ayuntamientos o de algunos de sus miembros, previa garantía de audiencia.

b) Existencia de regidores de representación proporcional. Y es en este dato donde encontramos que pese a su “recomendación” es facultad de los congresos locales llevar a cabo estas propuestas y acciones, debido a la autonomía de los municipios y estados que marca este mismo artículo.

Los regidores son regidores porque se votan en una fórmula registrada en el caso de Querétaro, ya sea por representación proporcional o mayoría relativa, no son cobradores de sueldo o receptores de “bonos”, son parte de un cuerpo colegiado que lleva los caminos y responsabilidad de la administración pública municipal.

Pero si el tema es el dinero, mejor proponer, como ya se viene haciendo: ajustes a los sueldos, transparencia en uso de recurso. Hay que proponer soluciones, no desacreditar funciones y figuras que tienen propósitos específicos y de peso para el buen desarrollo.

Una vez más entre líneas, leemos que se busca seguir debilitando a las instituciones, órganos autónomos y cuerpos colegiados, así no Presidente. La historia se escribe, no se destruye y pisotea.

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