La Reforma Educativa (RE) tiene por objetivos principales: responder a la exigencia social de fortalecer la educación pública, laica y gratuita, asegurar el acceso a una educación de calidad, fortalecer las capacidades de gestión de las escuelas, establecer un servicio profesional docente con reglas que respetan los derechos laborales de los maestros, propiciar nuevas oportunidades para el desarrollo profesional de docentes y directivos y sentar las bases para que los elementos del sistema educativo sean evaluados de manera imparcial, objetiva y transparente.

La RE y la evaluación tienen mucho que mejorar en sus planteamientos, sin embargo, constituyen un avance para mejorar la calidad de la educación. La RE no ha establecido esquemas de capacitación para los docentes y no se refiere a la formación inicial de los mismos, en particular a su preparación en las Normales, según lo cita Eduardo Backhoff (10 de octubre de 2015, EL UNIVERSAL), integrante de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

En caso de que algún docente tome cursos o cumpla con asesorías técnicas pedagógicas que lo obliguen a ausentarse de su labor frente a un grupo, se establece que deberá recuperar las horas de clase y comenzar desde cero la evaluación para ocupar su plaza. Esto no parece del todo apropiado, siempre debe ser interés de ambos, del patrón (Ley Federal del Trabajo, artículo 132, XV y 153 A, 153 C, 153 D) y del trabajador para su progreso. La capacitación es en beneficio de la labor que se desempeña y para el mejor cumplimiento de metas de calidad, por lo tanto, es pertinente modificar este precepto de la RE que estaría operando desfavorablemente en el propósito de elevar la calidad de la educación. Sí deberán mantenerse mecanismos que aseguren que todas las horas clase frente a grupo se impartan completas y cabalmente. Los cursos y la capacitación deben promoverse y ofrecerse por parte de la SEP, enfocándose a la mejora del conocimiento y habilidades del docente para beneficiar la actividad que tiene encomendada y el mejor aprendizaje del alumno con base en esquemas de planeación que permitan cumplir los principales objetivos de la RE, fundamentalmente elevar la calidad de la educación. En la evaluación del docente a cargo del INEE, la mejor capacitación que acredite al maestro y los resultados favorables que logre en el aprendizaje de sus alumnos deberán reflejarse en su ascenso a mejores categorías y percepciones económicas.

Sylvia Irene Schmelkes, consejera presidente del INEE, ha señalado que la prueba a los docentes será revisada y de ser necesario modificada. La revisión de contenidos, por solicitud del SNTE, podrá tenerse lista a finales de este mes de agosto, buscando que cada instrumento sea más pertinente y que tome en cuenta el entorno. La consejera presidente del INEE ha aceptado que la RE, tal como está, pudiera no ser la que requiere el país y el magisterio, afirma que podría mejorarse la ley, luego de reconocer que la única forma de saber cómo se desempeña un maestro es observándolo en el aula, sin embargo, se analizó la viabilidad y se encontró que por ahora no resultaba posible, por eso, se diseñaron instrumentos cualitativos. Esto implica, evidentemente, que con la evaluación que se lleve a cabo no se podrá saber cómo se desempeña un docente en el aula, lo cual será toral para lograr una evaluación más completa del maestro, sin descalificar o excluir las pruebas escritas y los resultados de aprendizaje de sus alumnos, lo que también es necesario.

Ha de entenderse que todo marco jurídico es perfectible y que en el camino se habrán de preparar y establecer las mejoras necesarias en la RE y en los esquemas de evaluación. La Ley debe aplicarse: fue declarada constitucional por el Poder Legislativo Federal.

Ex rector de la UAQ.

zepeda@uaq.mx

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