Dos cosas resultan relevantes en la elección del 6 de junio. El refrendo de la ciudadanía al proyecto de Andrés Manuel López Obrador –el partido Morena y sus aliados conservan la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y el triunfo en 9 gubernaturas de las 15 en disputa–, y la amplia participación de los ciudadanos. Las elecciones realizadas el pasado domingo superaron el 52 por ciento de la votación, según datos obtenidos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Aunque la estrategia de la alianza PRI-PAN-PRD resultó poco afortunada en la competencia por las 15 gubernaturas –compitió en 10 estados con elección a gobernador y perdió en todos–, así como en su propósito de revertir la configuración política de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, sí tuvo un logro muy significativo en la Ciudad de México. De las 16 alcaldías, la alianza obtuvo 8.

Los resultados preliminares muestran un mapa variopinto del país. Entre las dos alianzas opositoras no hay ganadores, ni perdedores absolutos. Morena logra un respaldo ciudadano en los estados de Baja California, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas, al mismo tiempo que consigue mantener con sus aliados la mayoría absoluta en el Congreso. Sin embargo, malogra su influencia en la Ciudad de México. El PAN gana la gubernatura de Chihuahua y Querétaro, además de arrebatar con la alianza 8 alcaldías a Morena y Benito Juárez de manera independiente, pero, pierde su influencia en 9 estados de la República. El PRI, aumenta el número de curules en el Congreso de la Unión, pero no obtiene ninguna gubernatura.

Los partidos nuevos (PES, Fuerza por México y RSP), es muy probable que pierdan su registro. Y, si sobrevive el PRD, será gracias a la alianza “Va por México”. El caso de Movimiento Ciudadano es distinto, consigue la gubernatura de Nuevo León y alcanza entre 20 y 27 curules en la Cámara de Diputados. Sin duda, el gran ganador de esta contienda es el Verde Ecologista, al obtener la gubernatura de San Luis Potosí y sumar otras 9 mediante su alianza con Morena y PT, además de lograr entre 40 y 48 curules en el recinto legislativo de San Lázaro.

Resulta paradójico que mientras las tres primeras fuerzas políticas del país se disputan por obtener el voto de la ciudadanía, el Verde Ecologista se convierte en el partido “bisagra”, sobre el que recaerán un conjunto de decisiones legislativas a nivel nacional y local. La influencia que tendrá en la Cámara Baja, los gobiernos estatales y sus congresos locales, lo sitúan como el gran triunfador de las elecciones del 6 de junio.

Recapitulando, la apuesta de grupos empresariales por la alianza “Va por México”, tuvo una victoria pírrica. Sin embargo, su inversión abonó indirectamente al fortalecimiento del PVEM, cuya actuación histórica está marcada por contravenir el respeto a la legalidad y los principios constitucionales. Cuestión a la que abrevaron quienes decidieron apoyar la narrativa de los contrapesos.

Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale

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