El domingo pasado, el alcalde de Querétaro, Roberto Loyola, rindió su segundo informe al frente de la administración municipal. Un informe modesto, discreto, afectado por las consecuencias de las lluvias. Un informe diseñado para cuidar la imagen del gobernante, evitando exponer al presidente municipal ante los hechos que hablan más que las supuestas mil obras. Un discurso donde se informaron obras que no han sido ejecutadas, es más, que ni siquiera están en proceso porque simplemente no se han construido y ya fueron informadas como es el caso del mercado “Las flores”, por mencionar un solo ejemplo.

La propaganda del gobierno ha sembrado la desconfianza en miles de ciudadanos que se preguntan cuáles y en dónde están las tan anunciadas obras. En los días recientes ha quedado en evidencia la falta de obras y acciones para atender la red pluvial y los drenes, paradójicamente de las mil obras anunciadas, solo 15 están relacionadas con este tema.

A dos años, la inseguridad se reciente aún más. El robo a casa habitación y el robo a vehículos está en franco crecimiento y la autoridad se encuentra replegada; nuevamente la paradoja se presenta: de las mil obras pregonadas solo 8 tienen que ver con materia de seguridad.

Los retos son muchos y los pendientes más. Las administraciones panistas dejaron un municipio reconocido en todas las materias, un municipio con logros que hoy empiezan a desvanecerse. Durante los posicionamientos de los partidos políticos representados en el Ayuntamiento, el regidor del PRI refirió que la actual administración ha invertido 110 millones de pesos, aproximadamente, en infraestructura y mantenimiento de la red pluvial, el contraste es contundente, en solo dos años de la administración panista encabezada por Armando Rivera se invirtieron más de 420 millones, tres veces más que en la actual administración.

Acción Nacional ha actuado desde el Cabildo con toda la responsabilidad. Nuestros regidores han respaldado y apoyado las decisiones y planes del gobierno municipal emanando del PRI. No hay pretextos, el PRI lleva gobernando la entidad cinco años y la capital dos. Será a ellos a quienes los ciudadanos exigiremos resultados.

Resta un año a la presente gestión municipal; el alcalde debe asumir el compromiso ciudadano para cumplir con su encargo y afrontar los pendientes que le permanecen y que cada vez son más; al afirmar lo anterior no me ciega mi militancia partidista, me lo exige la realidad y me mueve la conciencia, no hubo informe, sí hubo un evento. Tampoco hubo a quién informar pues su equipo de trabajo se encargó de llenar el Centro Cívico mintiéndose a sí mismo al confundir “acarreo” con apoyo ciudadano.

Una gran virtud que debe tener todo político es no temerle a la mentira y mucho menos temerle a la verdad; deseamos por el bien de nuestra entidad y de nuestra amada capital, que en los meses que le restan asuma la realidad de su gobierno y enfrente en la verdad la decepción de su administración. Pues con la capital emanada del PRI, con gobierno estatal del PRI y con gobierno federal priísta no se puede culpar, ni a los embates de la naturaleza, ni acusar a la oposición, ante esta realidad, solo resta asumir su responsabilidad y su culpabilidad, por no haber logrado en estos años que sus gobiernos funcionen.

Roberto Loyola tendrá que hacer su evaluación y replantear la estrategia y planeación del rumbo del gobierno, por supuesto en el caso de que exista el objetivo, la estrategia y las tácticas para cumplirlas, porque estoy convencido que la gran mayoría de los habitantes de la capital queretana, al igual que yo, observamos un gobierno rojo con resultados grises, a quien le avizora un negro panorama. Sin embargo, ya solo hay que esperar un año, lo mejor está por venir, pues todos juntos lograremos que vengan tiempos mejores.

Presidente del Comité Ejecutivo del Partido Acción Nacional (PAN) en Querétaro

Google News