El pasado 2 de febrero, en la apertura del período ordinario de sesiones del congreso de la unión, el panista Santiago Creel, presidente de la Cámara para este período, se quiso pasar de listo y quedó exhibido como lo que es, un gran embustero.

Hay que recordar que Creel fue el secretario de gobernación del también panista, Vicente Fox. De una manera sospechosa, infame e ilegítima, a una semana de su salida de gobernación, Creel otorgó un número impresionante de permisos para la apertura y el funcionamiento de casinos y centros de apuestas, como si en eso se jugara el destino de la patria o contribuyera al desarrollo nacional.

A Creel lo tiene sin cuidado que la ludopatía (adicción patológica a los juegos de azar, enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero) genera consecuencias sociales nefastas, sobre todo en personas de la tercera edad, que son hasta capaces de perder su pensión mensual en los casinos. Tan sólo en España, hasta 2021, había más de 670 mil ludópatas. No tenemos el dato de nuestro país, pero lo que si es seguro es que Creel no se ha hecho responsable de las consecuencias de su irresponsabilidad.

Como señala una publicación de “Sin Embargo” de septiembre de 2011, en tan sólo cinco días, Creel autorizó 432 centros de apuestas remotas y salas de sorteos de números por un periodo de 25 años. Muy, pero muy sospechoso es que los beneficiarios de tales permisos hayan sido acaudalados empresarios que no tienen cosas mejores en las cuales invertir, personajes como Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, u Olegario Vázquez Raña, del Grupo Imagen. Este tipo de hechos huelen a corrupción, y de la grande.

Pues resulta ser que el 2 de febrero, Creel, invitó a militares armados a la cámara de diputados, los que ingresaron de esta manera al recinto parlamentario. Para que después, de manera contradictoria y haciéndose pasar como alguien que se desgarra las vestiduras, Creel impidió el ingreso a los militares, que el mismo había invitado, al salón de plenos para que se llevaran a cabo, como es costumbre, los honores a la bandera, dizque porque Creel ¡está en contra de la “militarización”!

Le recordamos a Creel que se quedó callado cuando su correligionario, el también panista, Felipe Calderón, sacó a las calles al ejército, en 2007, dizque para una “guerra al narco”, que hoy sabemos, no fue tal y que la cabeza de dicha “guerra” hoy está preso en Estados Unidos acusado de ligas con el narcotráfico. Y pensar que este el tipo de personajes que la oposición vislumbra como sus candidatos a la presidencia de la República.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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