Uno de mis primeros encuentros con el arte fue en preparatoria, recuerdo que el profesor soltó la pregunta al aire: “¿qué es el arte?”, algunos compañeros respondieron con géneros artísticos como la pintura, música, escultura u obras de artistas específicos, hasta que una persona contestó: “no tiene definición”, en ese momento la clase quedó en silencio, el profesor asintió y empezó su exposición.

Desde entonces y durante mucho tiempo intenté buscar una definición del arte que pudiera integrar a mi diccionario personal, pero entre más textos, teóricos y artistas conocía, mi definición se dispersaba y nacían nuevas preguntas como: ¿por qué un objeto común puede convertirse en arte?, ¿qué hace que algo se convierta en arte?, ¿por qué se ha hecho tan complicado darle sentido al arte contemporáneo?

Hubo un momento donde dejé que las preguntas se desvanecieran y fue hasta ahora, varios años después, que esas ganas por tener mi propio concepto han vuelto. Sin embargo, la dejé de concebir como una definición de dos párrafos de diccionario y ahora la comprendo como un árbol con diferentes ramificaciones que la hacen más extensa, integral y diversa.

Empezaré a definir ese árbol con la palabra “lenguaje”. El arte se puede entender como un lenguaje que cobra diferente sentido dependiendo del contexto en el que está insertado, como las palabras homónimas. No es lo mismo ver una caja de cartón en el aparador de una tienda comercial, que contemplarla en el piso del pabellón de la Bienal de Venecia, tal y como paso en 1993. Una vez que 
exhibió Gabriel Orozco la caja, cumplió con ciertas condiciones, como estar inscrita en el contexto artístico, fue despojada de sus cualidades originales que pertenecen a una caja de cartón y la convirtieron en una obra artística.

Si tomamos la noción del “lenguaje”, el arte tiene un alfabeto, sin embargo, este no es estático y se encuentra en constante construcción, movimiento y evolución. Un ejemplo de esto fueron los movimientos artísticos generados en el siglo XIX, como el impresionismo o el cubismo, donde artistas como Cezanne, Monet, Picasso entre otros, se alejaron de las concepciones del siglo anterior y se valieron de diferentes signos artísticos, como la incorporación de lo abstracto, para mostrar una perspectiva diferente en sus producciones artísticas y así poder romper con el alfabeto anteriormente implementado. Estos nuevos signos dieron vida a una nueva realidad pictórica, donde el arte perdió su carácter narrativo y se convirtió en una creación.

Esta visión de entender el arte como un lenguaje y el emplazar el objeto artístico en un contexto-histórico preciso, para así cobrar sentido, fue impulsada por los autores Nelson Goodman y Arthur C. Danto. Esta visión entra en las ramificaciones de mi concepto personal del arte, el cual va más allá de una sola teoría, autor y visión del mundo.

El arte transciende la teoría, éste se debe de entender como un concepto que se encuentra en constante movimiento, así como una herramienta del empoderamiento, de la valentía, de los sentimientos, de la psicología, el arte es estética, mimesis o algo abstracto, es autonomía, libertad, un testigo de la sociedad, de la historia… Pero, para ti ¿qué es el arte?

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