El doctor Hugo Gutiérrez Vega, en su libro biográfico Itinerario de vida, que me hizo el favor de regalarme el doctor Jaime Eleazar Rivas Medina, describe con bastante elocuencia una de las dificultades más grandes que debe sortear quien está al frente de una institución de educación pública: el presupuesto.

A lo largo de casi toda su vida, mi universidad, la Autónoma de Querétaro, ha tenido que emplear gran parte de su energía consiguiendo dinero para funcionar, sobreviviendo a huelgas, coordinando labores administrativas (esto incluye implementar y mantener los controles necesarios para asegurar que los trabajadores hagan su trabajo), sorteando los vaivenes de la política y encima de todo, creciendo al paso de la necesidad educativa del estado. ¡Vaya tarea!

Aun así vive y vivirá…

Durante esta semana, se resolvieron todos los problemas relacionados con el recorte presupuestario (o la falta de aumento), tanto con el gobierno federal como en la esfera estatal, que habían explotado entre ellos durante los últimos meses del 2015. En este periodo perteneciente al año pasado se revisaron los montos a aprobar dentro de la situación de crisis ocasionada por la caída del precio del petróleo.

Con respecto a lo que al gobierno federal corresponde, todo está fluyendo de forma adecuada y lo que comenzó con una “amenaza” de recorte presupuestario y una carta de demanda por parte del H. Consejo Universitario, ha concluido en la retractación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de recortar 22 millones de pesos correspondientes al Programa Integral de Fortalecimiento Institucional; y el exhorto del doctor Gilberto al Consejo para dar una carta de agradecimiento.

Donde se calentaron un poco más los ánimos fue a nivel estatal, aunque de nueva cuenta todo ha llegado a una conclusión satisfactoria, evitando con ello un conflicto que pudo ser muy poco fructífero. La solución a todo fue la devolución a la Universidad Autónoma de Querétaro del 2% de impuesto sobre nómina que pagan sus trabajadores, de tal suerte que dicho recursos puedan ser empleados directamente en asuntos universitarios.

Los recortes tampoco van a afectar a los miles de estudiantes que solicitan becas de manutención, porque se logró gestionar la aportación de 9 millones de pesos de la federación y se espera que el monto crezca hasta 12 millones de pesos. ¡Les dije que los líderes de ambas partes eran muy buenos solucionando este tipo de conflictos!

Esas son las buenas noticias para Querétaro y su universidad. Los recortes no van suceder y las actividades de nuestra Alma Máter pueden continuar con su cauce. Ahora toca que analicemos exactamente ¿quiénes somos los beneficiarios de ellas?

Para responder a esa pregunta debemos ir a la Coordinación de Información y Estadística de la Universidad a través de su sitio web http://www.uaq.mx/estadistica y ver cuáles son nuestros números.

Para contextualizar, al principio del periodo 2014-2015, había 27 mil 229 alumnos de todas las escuelas, facultades y campus de la UAQ, incluyendo, por supuesto, a los que eligen cursar sus carreras en la modalidad virtual.

Dentro de la basta comunidad universitaria también se puede contar con 2 mil 645 docentes, que se clasifican de acuerdo a su clase de contratación, 494 investigadores y mil 161 administrativos.

Estos números son una muestra de la importancia de nuestra Universidad para la vida del estado mismo y de la necesidad que se tiene de que esté bien. ¡Gracias a Pancho Domínguez y al doctor Gilberto por trabajar en conjunto para que esto se logre!

Estudiante de la Facultad de Contaduría de la UAQ. @lui_uni

Google News