Morena le ha prometido a la ciudadanía, desde hace ya varios años, que tiene la solución a todos los conflictos que aquejan a la sociedad mexicana y que son los únicos capaces de “transformar” al país. No obstante, la realidad y los datos duros demuestran que, por el contrario, están empeorando la situación y que, con sus malas decisiones, están agravando las crisis.

Lo cierto es que mentira tras mentira y mañanera tras mañanera, el país está cada vez peor: la corrupción, tristemente, no ha disminuido, así como tampoco lo han hecho la inseguridad y el desempleo. El precio de la gasolina se ha disparado y la austeridad, que tanto presumen, no se ha logrado traducir en desarrollo y en progreso, pues el “ahorro” lo han despilfarrado en sus obras faraónicas.

Aunado a lo anterior, el Gobierno Federal ha brillado por su falta de transparencia. Y eso que prometieron, durante sus campañas, que la corrupción sería lo primero que combatirían. De hecho, incongruentemente, la mal llamada Cuarta Transformación se ha visto involucrada en un gran número de escándalos relacionados con este delito.

Lo que sí ha sobrado desde que llegaron a Palacio Nacional ha sido opacidad. Tan es así que, de acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, más del 80% de los contratos que ha otorgado el Gobierno Federal durante el primer semestre del año han sido a través de adjudicaciones directas: un método que antes criticaban enérgicamente y que incluso prometieron que prohibirían.

Otra cosa que ha caracterizado a esta administración federal ha sido la polarización y el constante ataque a los medios de comunicación, pues incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha tenido que hacerles llamadas de atención. Esto debido a que el nuevo espacio “Quién es quien en las mentiras”, durante la mañanera, podría afectar al debate libre y, por ende, a la democracia.

En fin, promesa tras promesa, han demostrado ser pura palabrería. Y prometer por prometer es algo que hacen, con frecuencia, los demagogos; así como también lo es el simplificar las soluciones a las distintas problemáticas con el mero propósito de obtener votos.

Por ejemplo, durante el periodo de campañas, los candidatos de Morena aseguraron que sabían cómo ponerle fin a la pobreza, pero desde que llegó Morena al poder, la pobreza en trabajadores aumentó, de acuerdo con datos emanados del Coneval, en un 40%. Una cifra alarmante y sumamente triste.

En esencia, el gobierno de Morena no ha atendido ningún problema desde su raíz y ha decidido ser ajeno e insensible ante las verdaderas y profundas necesidades de las y los mexicanos. Se han olvidado de lo que siempre debemos tener en presente las y los políticos: que el pueblo pone y el pueblo quita según los resultados que brinden los gobiernos y no según las promesas que se hacen al aire.

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