¿Pues qué hacer si no hablar de las madres? ¿Sí así es! a las mujeres nos encanta echarnos porra, pero este constante deseo de apoyo y motivación que generamos en nuestro propio género está fundado en las experiencias y vivencias que se quedan marcadas en nuestro ser y una, la más grande considero yo que se ha quedado marcada en mi ser, y no solo en mi alma sino también en mi cuerpo, es el hecho de haber experimentado la maravillosa aventura de ser madre. Pero ¡a ver! no todo son mieles sobre hojuelas  ¿eh? tampoco es que todo sea hermoso y lindo. Pero sí tiene mucho de ello, pero es más el amor que a pesar de todo se profesa a los chamacos que habitaron tu vientre durante nueve meses.

La aventura inicia desde que puedes sentir que algo diferente está pasando en tu cuerpo, no hay una manera precisa de explicarlo, pero yo, por lo menos lo sentí desde el mismo instante en que terminó ese momento íntimo, que no preciso relatar. Pero ¡fue real! sentí que había quedado embarazada desde ese momento. Fue algo inexplicable y lo corroboré unas semanas después cuando el período no llegaba y me hice la famosa prueba. Me parece que tiene muchos significados el quedar en estado, porque románticamente hablando, pensé en que era la unión de mi esposo y yo a través de la procreación, ¡les dije que era tono romántico! y por otro lado el sentir que eres generadora de vida es ¡otra historia! se siente la emoción más grande que se pueda vivir. Esto lo digo desde mi punto de vista.  Todas la peripecias que pasan, los miedos, las prohibiciones de alimentos y por otro lado los antojos ¡qué son reales! no son inventos de mujeres que quieren llamar la atención. Yo no lo comprendía pero era un antojo por las donas... ya se podrán imaginar como terminé.

Hoy después de 17 años de haber concebido volteo al pasado solo para recordar momentos que han sido los mejores de mi vida y siempre recordarlos es una verdadera delicia. Las desveladas no tanto,los vómitos tampoco siendo franca,  pero sus caritas, el tenerlos en tus brazos, el dar consuelo cuando lo necesitan, el ver sus primeros pasos, recibir sus primeros dibujos, su primera palabra pronunciada, conocer sus primeros amores y preocuparse porque sabes que les romperán el corazón más de una vez, saber que eres la persona a la que siempre y a pesar de todo recurren cuando necesitan algo es lo más lindo. Porque al final sabes que mamá está ahí cada vez que la necesites. Y quizá aquí estribe la razón y mérito que festejamos el día de la madre.

Y sinceramente te digo, que si aprendiéramos a amar así a nuestra pareja a nuestros amigos y replicar de la misma forma que estamos dispuestos como con nuestros hijos, otra historia cantaría.

Ser madre es cosa seria, la gran responsabilidad que cae sobre nosotras y no lo digo como queja si no como reconocimiento, porque al final nuestra intuición, nuestro aprendizaje a través del embarazo y nuestra entrega es lo que forma a los hombres y mujeres que se encargan de dar continuidad e implementar o transformar nuestro mundo.

Siempre me he considerado una idealista y no quiero jamás perder la esperanza de que nuestros hijos están en las mejores manos, en las manos de sus madres pero tampoco que permanezcan debajo de sus faldas toda la vida ¡por favor!

Prepararnos, aprender, buscar lo mejor, y no hablo de cosas materiales, es e gran legado que podremos dejar a través de nuestros hijos.

A todas, les deseo un ¡feliz día!

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