El pasado sábado opositores al gobierno de López Obrador salieron a las calles a manifestarse en contra viajando cómodamente en sus autos y formando una caravana que a ojos de más de una persona parecía promoción de automóviles nuevos de una agencia que una marcha política. Se autodenominan Frente Nacional antiAMLO (FRENA)

La marcha motorizada local, informó EL UNIVERSAL Querétaro, estuvo formada por 200 automovilistas y su principal consigna era ¡AMLO, vete ya! De acuerdo con el reportero Domingo Valdez, la mayoría de los autos eran "modelos híbridos, sedanes de lujo y camionetas de lujo cuyos precios oscilan los 800 mil pesos" y en sus cristales se oponían a las políticas comunistas.

Ya la semana pasada en este espacio cuestionábamos el anacronismo de culpar a los comunistas, pero evidentemente los opositores de lujo de AMLO no se han dado cuenta que ni el presidente es comunista ni que el mundo ya cambió y que la URSS ya no existe

La misma nota señala previamente que una de las organizadoras a través de megáfono gritaba que no quería que les quitaran sus energías limpias, lo cual, si se analiza seriamente, es una contradicción porque los vehículos en que se transportaron contaminan y usan combustible fósil que degrada el medio ambiente

Ya lo hemos dicho hasta el cansancio, caben tanto el aplauso como el abucheo, y la protesta de lujo es bienvenida y es parte de la democracia su derecho a manifestarse y hacer sentir su inconformidad.

Entonces ¿por qué fueron objeto de escarnio en las redes sociales? Pues porque les falta articulación de su discurso político opositor y los mensajes visuales que enviaron solo vinieron a reforzar el discurso del presidente de que vino a gobernar para los pobres y no para una minoría, un discurso simplista si se quiere pero que impacta. En una simple marcha le hicieron un favor propagandístico al presidente que ni mil spots en prime time lo hubieran logrado.

Su falta de unidad discursiva también es evidente. Le dijeron traidor, comunista, abortista, que se regresara a su país, que se fuera, que renunciara; pero falta lo más importante en discurso político: un elemento aglutinador que los unifique discursivamente, como el discurso de cambio de Fox en el 2000 o el del mismo AMLO que ha manejado por años.

Tan débil era el mensaje del FRENA, que un video de un obrero mostrando su brazo desde el transporte público y diciéndoles que los obreros son la fuerza que mueve a México los opacó.

Bienvenidas todas las marchas, pero para que impacten deben estar articuladas en su discurso y no solo salir a pasear en sus autos de lujo.

Periodista y sociólogo. @viloja

Google News