Todas las obras civiles a construirse requieren de un estudio geotécnico adecuado de la mecánica de suelos acorde a la naturaleza de la edificación y a los riesgos previsibles del sitio en que se llevará a cabo. Dichos estudios deben realizarse antes de la edificación, no después.

Durante la edificación del Centro de Rehabilitación Integral de Querétaro (CRIQ), en 2004, y también durante el corto tiempo que estuvo en pie, se manifestaron averías crecientes. El muro de contención perimetral, realizado a base de tierra armada, tuvo daños muy notorios principalmente en su flanco norte, asentamientos y desplome. Asimismo, la edificación sufrió asentamientos significativos y daños estructurales graves. Luego de varios peritajes, el gobierno estatal, a cargo de Francisco Garrido Patrón, decidió demoler el inmueble para luego construirlo en otro lugar cercano, con lo que lograron su segura y exitosa funcionalidad.

En el sitio en que se construyó el CRIQ fallido, años antes, se habían realizado excavaciones para aprovechar los materiales naturales del sitio, útiles para las obras de construcción. Años después, la depresión fue rellenándose con materiales antropogénicos, es decir, producto por la actividad humana (residuos sólidos urbanos, llantas y diversos desechos de la construcción, entre otros), inadecuados para edificar sobre ellos. En esta obra se omitieron los estudios previos necesarios y el cumplimiento de los reglamentos de construcción municipal y estatal. Desafortunadamente, hasta después de que la obra había fallado se emprendieron los estudios geotécnicos que incluyeron la geofísica del sitio, también se revisó la estructura existente.

Un buen ejemplo de prevención se tiene la ampliación del paso inferior del Boulevard Bernardo Quintana, en su intersección con Los Arcos, obra llevada a cabo por el gobierno estatal encabezado por José Calzada y entregada en enero de 2013. Antes de la construucción se realizaron cuidadosos estudios geotécnicos, lo que permitió reforzar los cimientos de los pilares que sostienen los arcos, así como un procedimiento constructivo y la instrumentación de la estructura de mampostería de los arcos. Nuestro histórico acueducto de Querétaro tiene sus pilares y arcos construidos con mampostería de roca riolítica (color rosa), las pilas descargan como cimentación al lecho rocoso de origen volcánico.

Esta obra, realizada para ampliar la capacidad vehicular del Boulevard Bernardo Quintana en su cruce con Calzada de Los Arcos, ha sido una de las mejor estudiadas previamente a su realización, así como la mejor instrumentada y vigilada durante todo el proceso de construcción, en el que se incluyeron estudios de mecánica de suelos y geofísica, así como la caracterización y modelación del acueducto. La modelación es el proceso mediante el cual se crea una representación o modelo para investigar la realidad, se crean abstracciones para explicarla.

Este tipo de obras, al intervenir en edificaciones históricas, implican retos colosales a la ingeniería y a los servidores públicos que deben atender las crecientes necesidades de infraestructura para dar soporte al desarrollo de la urbe, así como proteger el patrimonio histórico y arquitectónico. Esta obra resultó en un gran éxito de la ingeniería.

Afortunadamente, un grupo de excelentes ingenieros, varios profesores y egresados de la Universidad Auntónoma de Querétaro, así como destacados consultores de la Ciudad de México y empresas queretanas, asumieron la responsabilidad. La Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de nuestro estado dio una respuesta acertada a las indicaciones de José Calzada, gobernador de Querétaro en ese entonces.

Google News