En días pasados fue entregado el paquete económico a la Cámara de Diputados. El subsecretario de Hacienda dijo que el PEF “contiene los principales rubros en que se gastará en 2020”, y añadió que, como en años anteriores, se elabora con los principios de austeridad y eficiencia del gasto y que se blindarán programas sociales. Los principales rubros en que se concentrará el gasto serán en salud, “protección social para proteger la economía popular (sic) y gasto de inversión pública, principalmente en el sureste del país para cerrar las brechas de desarrollo”.

En el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021 el gobierno federal propone un gasto de 6 billones 257 mil millones de pesos, luego de aprobarse este año 6 billones 70 mil millones de pesos.

Esta cifra significa un aumento nominal de 3.1% o 187 mil millones de pesos durante 2021. Sin embargo, al descontar la inflación, representa una disminución de 0.3% con respecto a 2020.

Entre los organismos autónomos destaca el menor presupuesto para el Inegi, el cual sería de 7.7 mil millones de pesos en 2021, menos de la mitad que los 17.1 mil millones de 2020.

Por otro lado, la Secretaría de Turismo tendrá un incremento de 641%, es un “presupuesto encubierto” porque la mayoría de esos recursos serán para el Tren Maya. Si descontamos los recursos por ese concepto, esta Secretaría tendrá menos dinero para atender a un sector que vive la mayor crisis de su historia.

En 2020 tuvo 5,207 millones de pesos. El año próximo serán 2,325 millones de pesos. El turismo genera 8% del PIB. Solo que esos datos eran antes de la pandemia, en este momento no hay certeza sobre cuántos empleos sobrevivirán. Por ejemplo, en Quintana Roo, una entidad federativa con tendencia turística, se han perdido 23% de los empleos formales registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

El Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, el Corredor Interoceánico y la refinería de Dos Bocas, en conjunto tendrán un incremento de alrededor de 107,000 millones de pesos, es decir, 70% respecto al ejercicio anterior. No olvidemos que son los proyectos emblemáticos del Ejecutivo Federal.

A estos “proyectos”, agreguemos el rescate de Pemex que tendrá 544,598 millones de pesos, un incremento de 0.6%. Para mantener estos recursos casi todas las dependencias y entidades deberán operar en condiciones de insignificancia.

En el rubro de salud, el aumento de 9.1%, incluye un aumento al Fondo de Salud para el Bienestar, está más encaminado a reacomodos en programas presupuestarios que a recursos nuevos, señala el director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Ya no hay mucho de dónde obtener más recursos, la “austeridad republicana” tiene a la Administración Pública Federal completamente desarticulada y desmantelada, los fondos de reserva para emergencias habrán de agotarse durante este mismo año en curso.

Los expertos opinan que las acciones que ayuden a la recuperación económica están limitadas debido a la combinación del gasto ineludible del gobierno y de los 38 programas prioritarios del presidente, aunado a menores ingresos, la caída del PIB y la no contratación de deuda.

Es un entorno económico al que le falta una estrategia lógica de reactivación, sin la cual, muchas empresas que lograron abrir después del confinamiento cerrarán definitivamente, con las mismas consecuencias en materia de inversión, empleo y pobreza.

Quizás por todo lo anterior el ejecutivo federal prefiere seguir hablando de otros temas su interés y preferencias como rifas y consultas.

Google News