¿Me preguntas si me gusta tener escoltas? No, no me gusta. Es un incómodo precio que tengo que asumir por defender a la ciudadanía, a los pobres, defender a los que están abandonados de un modelo de crecimiento que los excluyó.

No, no me gusta tener escoltas, lo que me gustaría es que las cosas estuvieran funcionando bien en Querétaro para que un servidor público, o cualquier persona, pudiéramos hacer nuestra labor de manera segura, sin amenazas en el desarrollo de nuestras actividades, en mi caso, por tocar temas que incomodan a muchos, como la imparable inseguridad, la falta de movilidad, y muchos otros a la vista.

Me apena mucho que hayamos llegado a esta situación, que por ser voz de la población tuviera que tener escoltas. Sin duda ya no somos el Querétaro de ayer, nos lo están entregando roto, pero me encuentro seguro que trabajando juntos arreglaremos esta situación.

De hecho, es por esa razón que entré a la política, para ayudar a mis paisanos, es lamentable que nos encontremos en este extremo, donde un servidor y otros profesionales, por amenazas nos hayamos tenido que arropar para continuar trabajando en dispositivos de protección legales para el ejercicio de nuestra labor.

Estoy sacrificando mi calidad de vida, mi privacidad, pero cuando no se tiene nada que ocultar, entre más ojos mejor.

Insisto, desde el inicio de mi actividad como senador de Querétaro, fui incisivo al señalar los magros resultados en diversas áreas que preocupan a la población, como seguridad pública, movilidad o crecimiento sin inclusión, especialmente de los más de 700 mil pobres que habitan en el estado, lo que desbarata cualquier planteamiento acerca de que somos un ejemplo nacional, y dónde el Gobierno del Estado continúa con una posición que minimiza o ignora la situación que estamos viviendo todos los días en el Querétaro de verdad.

A raíz de ello, comencé a recibir amenazas de muerte, situación que de alguna manera era natural, pues el cambio profundo que estamos impulsando quienes integramos la Cuarta Transformación de la República afecta intereses turbios muy importantes, que anteriormente se encontraban amparados bajo el cobijo del poder público.

Permíteme ponerte el ejemplo más reciente, el de la mercantilización de la salud de los más necesitados, dónde había corruptelas que poco a poco se van evidenciando por contratos con privados en la venta de medicamentos, en la construcción de hospitales, en fin, por la contratación de infinidad de servicios subrogados. De ahí la urgencia de crear un Insabi que sustituyera al malogrado Seguro Popular. Hoy los únicos gobiernos que no se han adherido al nuevo instituto, caray, pues son los panistas, ustedes saquen sus conclusiones.

No obstante, a partir de amenazas a mi familia y de agresiones directas al personal que me apoya, y no hablo de amenazas menores, pero las quisiera reservar judicialmente en lo que continúan las investigaciones correspondientes, son la razón por la cual decidí responsablemente que debíamos cuidarnos más si lo que queríamos era seguir dando la batalla por los olvidados, por aquellos a los que no los ha beneficiado el modelo neoliberal queretano que se sigue aplicando en la entidad, que perjudica a la mayoría.

Es que solicité entonces algún apoyo a la autoridad federal a través de mi coordinación, pues a nivel local, perdón, pero las autoridades locales no solo se encuentran perdiendo la batalla contra la inseguridad, sino también la confianza de la población. Por lo que se me otorgó un esquema de protección a mi labor legislativa.

Debo agradecer la solidaridad y generosidad que se me ha dado, pues me argumentan que se protege a la institución y a la voz que representa la senaduría de Querétaro. Así, con todo respeto, al menos temporalmente, y cumpliendo los protocolos debidos, decidí aceptarla.

No obstante, sí quiero señalar, que aunque nos quedemos sin este respaldo institucional mañana, estoy seguro que la gente, que ya nos ubica mejor, nos va a cuidar también.

Finalmente, quiero expresarle a la población que entiendo lo que viven a diario, lo sufro en carne propia, y así como hice lo propio para proteger a mi familia, me empeño en trabajar por la seguridad de ustedes, todos los días.

En este tenor, presentaré como mi primera iniciativa en el periodo de sesiones por iniciar, una que garantice la reparación integral y la indemnización a las víctimas del delito, que, en Querétaro, cada vez somos más.

Ya llegará un momento en que los ciudadanos de mi entidad darán un golpe de timón, y juntos recuperemos la paz perdida. Hoy seguiremos avanzando en la trinchera del Senado que ustedes me confiaron.

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