¿Por qué perdió el PRI? Conste que el encabezado de este artículo dice ¿Por qué perdió el PRI? no dice ¿Por qué ganó el PAN?. Por qué ganó el PAN podría ser materia de otro artículo pero en éste me concentraré en explicar, desde mi muy personal punto de vista, por qué perdió el PRI. Yo personalmente pienso que más bien perdió el PRI en Querétaro, más que ganó el PAN. Yo creo que los queretanos castigaron al PRI, y con toda razón. Y castigaron al PRI por una serie de razones. Me atrevo a exponer algunas.

Los queretanos, y los mexicanos en general, están enojados contra el gobierno federal y contra el partido en el gobierno. Están enojados porque el país no crece, porque la economía va mal, porque no hay creación de empleos, porque la pobreza aumenta, porque la inseguridad y la violencia aumentan, porque no hay una dirección clara de hacia dónde va el país, porque no hay una autoridad fuerte y responsable, porque el gobierno se ha dejado chantajear por grupúsculos violentos, porque ha mostrado timidez y debilidad. Si algo ganó el PRI en el plano nacional, fue por su alianza con los corifeos del Partido Verde a quienes protegió a través de sus escuderos en el INE y en el Tribunal Electoral.

Encima de eso, vemos los mexicanos la corrupción del gobierno federal; los escándalos de la casa blanca del presidente y su esposa; la casa en Malinalco del secretario de Hacienda, ese secretario que ha impuesto la reforma hacendaria más recesiva, injusta y rechazada de la historia; logró unir a todos los mexicanos, ricos y pobres, pero en contra; eliminó a los Repecos, el régimen fiscal de los pequeños comerciantes y empresarios; ideó una reforma fiscal apta para países ricos y desarrollados pero no para un país pobre y en desarrollo como México. Somos testigos de los desorbitantes enriquecimientos de los gobernadores de los estados, esos virreyes que escapan al escrutinio popular.

Las muy cacareadas reformas estructurales no se han traducido en mayores y mejores ingresos para los mexicanos, ni en mayor bienestar y seguridad. Por el contrario, han generado rebeldía y violencia. No se ve que haya grandes inversiones extranjeras en el sector energético; no se ve crecimiento en el empleo derivado de la reforma laboral; la reforma educativa ya vemos lo que ha generado: estamos en el último lugar en resultados dentro de los países de la OCDE.

Los mexicanos vemos, con rabia, cómo se sirven los funcionarios públicos: sueldos mayores que los de los países ricos, camionetas, helicópteros; el presidente de la República se compró un avión más caro que el del presidente de los Estados Unidos; vaya, ni los grandes jeques de las riquísimas monarquías árabes tiene esos aviones; los magistrados se retiran con pensiones de 300 mil pesos y más. ¿Y el pueblo? partiéndose la madre día a día para llevar una mugre comida a la mesa.

Consultor en temas económicos @fgcossio

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