A raíz de la reciente confirmación de una sexta película de Resident Evil con la bella Milla Jovovich –se llamará Resident Evil Rising– y el rumor de una adaptación de los videojuegos BioShock por parte de Sony Pictures, vino a mi mente la eterna reflexión de los gamers que al mismo tiempo son cinéfilos empedernidos: ¿Por qué es tan difícil lograr una correcta adaptación cinematográfica de una saga de videojuegos? ¿Qué tienen en común Doom, Mario Bros., Street Fighter y House of The Dead? Que aunque amamos sus videojuegos desde hace décadas, sus respectivas adaptaciones al cine han fracasado terriblemente. Y aunque han habido estupendas excepciones como la primera película de Silent Hill y aquella Mortal Kombat de 1995, pareciera que Hollywood no ha dado con la fórmula correcta para recrear una buena historia del mundo interactivo a la pantalla grande. ¿Dónde está el error? Por ejemplo, la mencionada Resident Evil es una saga cinematográfica sumamente taquillera, pero seamos francos: apesta desde el punto de vista de un videojugador, pues las aventuras de Alice (Jovovich) distan mucho de los eventos ocurridos en los actuales 6 videojuegos de la franquicia. Y esque el criterio de la mayoría de los cineastas al llevar una historia interactiva al cine es adaptar “de tal modo que el cinéfilo entienda un material que no fue concebido para el cine, y que no necesariamente ha conocido, en especial si no es jugador”, lo cual funcionó parcialmente en casos como el del Residente maligno, pero en la mayoría de las ocasiones fracasa miserablemente, como en la patética Dead or Alive de 2006, que por cierto ni siquiera llegó a salas de cine mexicanas. Por eso es que desarrolladores como Rockstar Games han declarado abiertamente que no les interesa que sus juegos lleguen al cine (ni a la TV). El caso de Grand Theft Auto es especial, pues cuando el juego lleva más de 15 horas para ser terminado… ¿cómo podría compactarse una historia tan extensa en un filme de 2 horas y media? Además, con los millones que ha cosechado la saga, a sus creadores simplemente no les interesa arriesgar futuros éxitos con una película que arruine el concepto. Actualmente, sabemos que sagas como Metal Gear Solid, Ghost Recon, Raving Rabbids, Splinter Cell y hasta el reboot de Lara Croft en una nueva Tomb Raider prometen algo no tan explorado anteriormente: que el cineasta “haga lo suyo” en términos de visión y dirección a nivel cinematográfico, y que los equipos desarrolladores respectivos mantengan el control creativo y de la historia, como es el caso de la recién creada división Ubisoft Motion Pictures y el acuerdo entre Sony y Naughty Dog para que la adaptación de The Last of Us sea 100% apegada al exitoso videojuego. ¿Lo lograrán? Esperemos que así sea. * Crítico de Cine y TV, especialista en entretenimiento digital

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