Cosas extrañas pasan con el futbol, deporte aprovechado, en ocasiones, por políticos de poca monta para llamar la atención. La presencia de miembros de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), acompañados por miembros de Gendarmería, en las oficinas del América, Cruz Azul, Pachuca y Veracruz, así como en las de la Liga MX,  causó un ruido con muchas preguntas que no se contestan, bajo el argumento de que la investigación sigue en curso.

“Posibles prácticas monopólicas”, es el pretexto que usan para irrumpir en las instalaciones de equipos. Pero si están intentando encontrar pruebas para demostrar que existe el llamado Pacto de Caballeros, nunca las encontrarán en los clubes, deberían indagar un poco más de cómo funciona el futbol antes de quererse enarbolar como los redentores de la verdad.

En entrevista con Sergio López, miembro de la Cofece, le pregunté algo tan simple como por qué hasta ahora realizaban esta labor y me contestó que porque se dio la coyuntura de una investigación que inició en junio de este mismo año, es decir, una dependencia que comenzó sus trabajos con esta administración desde  2013 y curiosamente oficializan estas indagatorias faltando 20 días para que termine el sexenio.

Pareciera que es querer ampliar su ciclo en esta comisión o  desviar la atención ante la gran polarización que existe en estos días. ¿Por qué solamente sabemos que han ido a cuatro equipos y no a los demás?, ¿Son estos clubes los únicos que hacen estas prácticas monopólicas?, ¿cuál será el castigo si les comprueban que incurren en ellas?

La Cofece tiene derecho a iniciar investigaciones por lo que considere una irregularidad, pero nadie, absolutamente nadie de esta dependencia ha explicado de qué se trata. De hecho hay un video en su página de internet que hace un comparativo entre panaderos que se ponen de acuerdo para establecer el precio de un bolillo para venderlo a sus clientes, algo que nada tiene que ver con este deporte, porque para el conocimiento de Alejandra Palacios, su titular, cuando venden jugadores entre los equipos, los precios son descomunales y la oferta y demanda se aplica a la perfección. Un bolillo tiene un costo determinado, el de un futbolista depende de múltiples factores: rendimiento, edad, antecedentes, valor de mercado.

Si lo que quieren es impedir que continúe el Pacto de Caballeros,  será muy complejo que encuentren una prueba fehaciente de su existencia, porque cuando un equipo le cierra la puerta a un futbolista nadie lo puede documentar más que el propio jugador, quien se niega a declarar al respecto. Si realmente quieren demostrar eso, no es con los clubes, sino con los jugadores.

Sí, que se investigue, que se realicen las diligencias necesarias y que se cumpla el debido proceso, pero llama la atención que sea a falta de tan poco tiempo para que termine el sexenio, por lo que más parece querer llamar la atención que realmente profundizar en los temas de futbol, que no se rigen por la ley mexicana sino por reglamentos internos y por la FIFA.

Y se abre otra pregunta: ¿En los demás deportes profesionales también habrá esta revisión o solamente por la ventana que da el futbol es que se atreven a hacerlo?

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.m

Google News