Comprender la importancia de una adecuada administración del dinero y tener salud financiera es clave para que los jóvenes puedan comenzar a tomar acciones desde temprana edad en pro de un futuro económicamente más estable.

Es claro que por ello la educación financiera es uno de los aprendizajes básicos que debería tener toda persona en su etapa de niñez y juventud, ya que este conocimiento determinará prácticas y hábitos como el ahorro, el control de los gastos, el endeudamiento y en general, la administración adecuada del dinero en la vida adulta.

Y es precisamente en esta fase,  la adecuada para empezar a ahorrar con propósito, ya sea para asegurar una vivienda o una pensión en la vejez.

Sin embargo, de acuerdo con la Condusef, los jóvenes es la población que se muestra más desinteresada por la cultura financiera, y prefieren gastar en comida, tecnología, moda, o entretenimiento, en vez de ahorrarlo para su futuro. Sólo el 13% de ellos ahorra.

La falta de ahorro para la vejez entre la juventud es una constante ya sea porque les parece algo muy lejano o porque consideran que no lo necesitarán. En ese sentido, la más reciente Encuesta Nacional de Educación Financiera (ENIF 2021) mostró que sólo el 41% de los jóvenes de entre 18 y 29 años cuenta con una Afore. Esto es algo muy preocupante, ya que esta tendencia llevaría a que 6 de cada 10 se conviertan en “viejos pobres”.

Por eso es tan relevante fomentar la conciencia y brindarles educación financiera desde casa, con el ejemplo de los padres, pero también que de manera externa se refuerce esta tarea (escuela, instituciones, medios). A los jóvenes se les puede enseñar conversando con ellos sobre las prioridades que hay en la cotidianeidad, y dar importancia a su participación dentro de la economía familiar, ya sea ayudando en el ahorro de servicios, o invitándolos a elaborar presupuestos y seguirlos.

Asimismo, es vital transmitir que el mejor momento para iniciar el ahorro para el futuro es cuando se es joven, y que mientras más temprano se realice éste, mayores rendimientos se podrán tener.

Si bien en esa etapa de la vida las posibilidades parecen ilimitadas y las oportunidades para gastar también, vale la pena establecer metas a corto, mediano y largo plazo: independizarse, comprar un coche, una casa, estudiar en el extranjero, etc.

¿Qué alternativas existen para que estas generaciones puedan cubrir todas sus necesidades financieras, incluido el ahorro?

De acuerdo con Deloitte, por un lado es la disciplina para destinar una cantidad frecuente al ahorro, en vez de consumir todos los ingresos que se tengan. Y, por otro lado, entender en qué cosas se gasta el dinero, para tener claridad y evitar destinar dinero a bienes o actividades innecesarias.

Y, por supuesto, la planeación, que también es fundamental para tener en orden nuestras finanzas.

Sigamos impulsando el interés en nuestros jóvenes por obtener las herramientas necesarias para mejorar su comprensión sobre productos, conceptos y riesgos financieros, éste es el primer paso que los  llevará a tomar decisiones informadas y a adoptar acciones que les permita tener una vida sin complicaciones de dinero. Por más adultos financieramente sanos.

@finanzasentacon

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