Bien común implica condiciones tales en las que todos encontramos la oportunidad digna de desarrollarnos a plenitud.

En el extremo de la simplicidad podemos decir que hay dos tipos de pobreza, la material y la espiritual. Ambas presentes en demasía en nuestro muy querido México y, lamentablemente, también en Querétaro, no obstante los grandes esfuerzos que se hacen por abatir sobretodo la primera, la pobreza material. De hecho hoy a nivel federal la dependencia destinada para ello, la Secretaría de Desarrollo Social, ejerció del 2000 al 2016, el tercer mayor presupuesto del gobierno federal solo después de Educación y Salud. A nivel estatal los esfuerzos también han sido y son importantes, baste señalar que la presente administración por fin creó la Secretaría de Desarrollo Social y que se está trabajando duro en la materia.

En lo que se refiere a la pobreza material, y sin pretender profundizar en el tema —este espacio no sería suficiente— tenemos que ésta se mide considerando dos grandes criterios, el ingreso familiar, por un lado, y por otro la carencia de derechos sociales (servicio de salud, educación, vivienda suficiente, servicios municipales, seguridad social —pensión—). Bajo estos criterios tenemos que en México poco más de la mitad de la población (53.1%) viven en lo que ahora se denomina pobreza patrimonial ya que no cuentan con los recursos suficientes para adquirir los alimentos, bienes y servicios que les permitan una vida digna. Peor aún es el hecho de que prácticamente uno de cada cinco mexicanos no tiene los ingresos suficientes para comer sanamente; el 20.6% sobreviven en la denominada pobreza extrema.

En el caso particular de Querétaro, la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social señaló que en el 2012, cerca de 800 mil queretanos vivían en pobreza por ingresos y de ellos casi 100 mil vivían en pobreza extrema y en condiciones realmente deplorables y por lo tanto inaceptables. Estimo que a la fecha los números no han cambiado mucho.

La dolorosa pobreza material presente en el estado me lleva a pensar que lamentablemente también vivimos en una pobreza espiritual que nos ha impedido cuando menos rescatar a esos 100 mil queretanos de las condiciones de pobreza extrema en las que sobreviven. Tristemente percibo una falta de solidaridad y subsidiaridad para con los más necesitados, de ahí que sienta que la pobreza espiritual también esté presente en aquellos que pueden hacer algo por alguien necesitado y no lo hacen. Sé que el tema no es sencillo, todo lo contrario, es en extremo complejo. Sin embargo, también sé que con generosidad, creatividad y mucha entrega de sociedad y gobierno podemos salir victoriosos.

Sé que México cuenta con verdaderos expertos en el tema; sé que ellos sí saben cómo enfrentar a la pobreza, a sus causas y consecuencias. Ante ello surge la pregunta, ¿por qué si tenemos los expertos y destinamos millones y millones de pesos al combate a la pobreza, ésta no es abatida?

Me parece que la respuesta, si bien es compleja, pasa por llevar a cabo y con firmeza dos acciones: primero, considero que debemos dejar a los expertos diseñar y ejecutar los programas y acciones de desarrollo social. Segundo, que saquemos a la política partidista del tema.

Mientras dejemos que los programas sociales se utilicen como herramientas electorales para la compra de votos la pobreza no disminuirá. Durante 25 años lo hemos permitido y los niveles de pobreza permanecen prácticamente inalterables durante ese periodo. Sé que hemos dado pasos en la dirección correcta, sin embargo tengo la impresión de que todavía nos faltan acciones que sancionen severamente a quienes utilizan los programas de desarrollo social para posicionarse políticamente o para apoyar a los candidatos de su partido y que ello significa “caminar pa’trás”. Necesitamos sancionar a quienes le dan la vuelta a la ley en materia de desarrollo social. Solo así lograremos avanzar y no retroceder.

Fuente de los Deseos: Ojalá que despierte en la sociedad y gobierno un auténtico sentimiento de solidaridad y subsidiaridad para con los más necesitados. Ojalá que trabajemos unidos sociedad y gobierno en el abatimiento de la pobreza. Ojalá no existan más queretanos que sobrevivan en condiciones de pobreza extrema. ¡Ojalá!

Comisionado del Consejo Estatal contra las Adicciones

@TAMBORRELmx

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