A más de seis meses del brote de Covid-19, que en marzo la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia, varios países alrededor del globo han superado la curva de contagios y comienzan a suavizar sus medidas de contingencia sanitaria. En las pasadas semanas, en México las autoridades han comenzado a hablar acerca de la reducción de tales medidas, sin embargo, ha habido confusión en todo el país derivada de la deficiente comunicación al respecto. ¿Cuál es la situación en Querétaro?

La pandemia de Covid-19 ha sido particularmente severa en América Latina y en México no es la excepción. Hace semanas conocimos que el nuevo epicentro de los contagios cambió de Europa a América y los números son claros. Según la Johns Hopkins University, el país con mayor cantidad registrada de personas contagiadas por el SARS CoV-2 es Estados Unidos de América (EUA), con más de 2 millones, y el segundo es Brasil con más de 828 mil, mismo que el viernes pasado se convirtió en el segundo país con mayor número de defunciones a causa del nuevo coronavirus, llegando a más de 40 mil y superando al Reino Unido (RU) y su limitado National Health Service (usado en la campaña del Brexit y al final abandonado).

No es sorpresa tener estos números por parte de EUA, Brasil y RU, es decir, en esos países se desestimó mucho al virus. Su respuesta para lidiar con la pandemia fue tardía en general y en el caso del segundo, una verdadera pesadilla. En nuestro país, para no variar, sucede algo muy surrealista. Mientras hay técnicos en epidemiología, como es Hugo López-Gatell, que nos dicen que debemos cuidarnos, seguir las medidas sanitarias y no salir de casa de manera innecesaria, tenemos a un presidente que se rehúsa a seguir las medidas sanitarias obligatorias que las autoridades de la Secretaría de Salud nos han compartido desde hace meses, y quien al inicio de nuestra pandemia y ahora que —siempre sí— estamos por experimentar el pico de ella, nos dice que salgamos de casa y nos demos abrazos; que una forma para evitar enfermase de Covid-19 es no mentir, no robar y no traicionar; y que hay que “vencer nuestros miedos y salir poco a poco”. En este escenario es ineludible mencionar que han sido varios los académicos y científicos que notan irregularidades en los datos presentados por López-Gatell, y quienes han solicitado un espacio para tratar el tema directamente, pero para esta administración no hay tiempo para tal participación de la sociedad civil.

No obstante, en las últimas semanas se comenzó a hablar de un desahogo paulatino de las medidas sanitarias y ahora lo vemos más cerca. En Querétaro, en los pasados días el gobierno del estado anunció que el 17 de junio se comenzarán a levantar algunas restricciones impuestas a causa de la pandemia. Estas son buenas noticias para la población y significan una evolución positiva de la curva de contagios en la entidad. Sin embargo, es imprescindible mencionar varias cosas. Una de ellas es que, a pesar de que podrá haber más movimiento en el estado y los espacios se abrirán para el acceso controlado, no debemos entender que la pandemia ya terminó. Si bien Querétaro no es una de las entidades con números elevados de personas enfermas de Covid-19, eso no significa que no exista riesgo para contraer el virus.

Hay que tener paciencia y solidaridad, y debemos demostrar que somos ciudadanos responsables. Toda falta derivada de la desesperación o el desacato a las medidas sanitarias tendrá un impacto negativo en la familia, pero también en el personal médico que dedica su tiempo y vida en atender a pacientes, sin discriminar en las causas por las que se enfermaron. Es entendible que la cuarentena no ha sido fácil, pero tenemos que asumir nuestro rol responsable en la sociedad y no bajar la guardia en los siguientes días. Falta poco, y separados no podremos superar la pandemia; pero unidos sí.

Twitter @NielsRosasV
niels.rosas@gmail.com

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