Me encontraba en una platica, de ésas que le dan a las personas que están locas por querer cambiar el mundo y les llaman idealistas, en donde además de remover todo tipo de escombro sentimental, varillas clavadas en lo más profundo del corazón, escuchas cosas interesantes, chistosas, pero también ésas que te mueven y remueven por más eséptico que te creas y te hacen soltar la lágrima sin importar cuántos pañuelos tengas que utilizar porque solo escurres. Pero dentro de todo ese entorno que se crea para sacar la mejor versión de ti, hay verdades que cambian tu percepción y eso sucedió.

Nos encontrábamos hablando de los hombres, y la verdad es que me llamó la atención el resultado de todo el ejercicio. Si te preguntara, ¿cual es el concepto que tienes de los hombres? o mejor aún si convocara a un café, si, de ésos que nos gusta inventar a las mujeres para reunirnos y hablar de cosas triviales o no, y lanzara la pregunta al aire, seguramente sin un orden establecido escupiríamos conceptos como: son infieles, mentirosos, insensibles, sordos, morbosos,egoístas, flojos, apáticos, y así podría llenar la hoja completa de características negativas que percibimos en el género opuesto. Nos reiríamos irónicamente  de ésos adjetivos negativos cuando son los que más nos hieren. Pero si asomas un poco más y de pronto dejas todos ésos adjetivos y te dedicas a ver a los ojos al hombre que tienes a lado o si no tienes pareja, a tu amigo, a tu hermano podrás ver que existe una historia detrás y más que la historia, una ¡cultura!. Y ¡es verdad! Me sorprendió ver por primera vez a un hombre hablar del tema e una forma tan objetiva.

Y entonces, lo que debemos de observar como mujeres, es que existe todo un sistema donde al hombre no se le permite flaquear, ni llorar, ni abrir sus sentimientos porque pudiera pensarse que batea para el otro lado, como se diría comúnmente.

Los hombres son tan humanos como nosotras, sólo somos diferentes y hay que entender el porqué de sus acciones. La presión social, juega un papel determinante en ello.

Pero ¡ojo! no sólo aplica para los hombres, también si invertimos los papeles a las mujeres nos pasa igual. Ambos debemos cumplir con los roles que nos toca jugar en esta sociedad.

El tema es que la realidad que creemos ver, no es la verdad.Aprendamos a relacionarnos de manera distinta, más amorosa con los seres que nos rodean y seguramente otra historia cantaría. Y ¡no me mal interpreten! no podemos ver de otra forma una mentira, o una infidelidad pero justo el punto está en que hay que ver si no fuimos responsables de aquellos que cometió sin justificarlo.

Quizá por eso nos llamen ¡locos! a quienes pensamos diferente, pero prefiero ver la cosas de una forma distinta a seguir con las falsas creencias que nos inculcan desde pequeños.

Aprendizaje del día y que no sólo aplica para los hombres: aprendamos a ver a través de la mirada, no de las interpretaciones.

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