La reforma hacendaria, aprobada por el Congreso, es un paso muy importante que abre oportunidades de desarrollo a los mexicanos y representa la reivindicación con ciertos sectores con los cuales el Estado estaba en deuda. Los adultos mayores en México son, quizá, uno de los grupos sociales a los que se les sale debiendo.

Datos estadísticos revelan que 68.5% de los hombres mayores trabajan por una compensación en alguna ocupación formal o informal. La mayoría de las mujeres se dedican a labores no remuneradas en el hogar; de acuerdo con estadísticas del año 2012, emitidas en el Estudio nacional de salud y envejecimiento en México, elaborado de manera conjunta por el INEGI, la Universidad de Texas, la Universidad de Wisconsin, el Instituto Nacional de Geriatría y el Instituto Nacional de Salud Pública.

Los diputados, al aprobar la reforma hacendaria, han elevado a rango constitucional la pensión universal para los adultos mayores y el seguro de desempleo. Esta medida tiene un enfoque social en beneficio de este sector, sobre todo si se toma en cuenta que en la etapa de adulto mayor se presenta deterioro de las capacidades funcionales, emocionales y cognitivas, aunado a problemas crónico degenerativos, limitan a las personas y las obligan a necesitar constantemente de ayuda.

Las enfermedades en los adultos mayores se hacen recurrentes, para muchas familias esto representa una carga económica, sobre todo cuando se llega a viejo sin pertenecer a alguna institución de derechohabiencia como el IMSS o el ISSSTE, y este es el caso, 49.3% de los hombres y 45.1% de las mujeres mayores en México.

Los diputados en el Congreso, con 417 votos a favor, 19 en contra y 3 abstenciones, aprobaron la Ley de Pensión Universal que tendrá un presupuesto para 2014 por 45.335 millones de pesos.

La propia Ley propone que las personas mayores beneficiarias reciban entre 600 y mil 100 pesos al mes, dependiendo del rango de edad. De este beneficio quedan excluidos 52% de los adultos que sí reciben algún tipo de pensión.

Hay otros sectores que también estaban en espera de medidas de cambio que les otorgaran seguridad.

Cuando hacemos referencia a que la aprobación de la reforma hacendaria significa un paso importante para el desarrollo, es porque con ella también se crea el Seguro de desempleo, mismo que brinda seguridad a quienes laborando en un régimen formal puedan quedarse sin empleo.

La realidad de México en relación al resto del mundo es a todas luces de rezago, somos el único país, de los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que no contaba con un Seguro de desempleo.

Para dimensionar los beneficios de esta reforma, vale otro dato del INEGI, el que reporta que el desempleo en nuestro país es de 5.29%, lo que representa un total de 2.8 millones de desempleados.

El Seguro de desempleo también representa un incentivo para que las personas que actualmente están en la informalidad, y que la estadística reporta en alrededor de 28 millones, mismas que no cuentan con alguna protección jurídica y que tampoco están sujetos al pago de impuestos, se incorporen al régimen formal.

La modernización está dando pasos firmes, las propuestas del presidente Peña Nieto poco a poco se van cristalizando, no cabe duda que 2014, será el año en que se inicie la cobertura a estos dos programas de tanta relevancia social.

Ex presidente municipal de Querétaro, ex legislador federal y local

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