Contrario a la apertura que hay en otros países del continente sobre el caso Odebrecht, Pemex y su subsidiaria Pemex Transformación Industrial esconden qué tratos hicieron y qué funcionarios firmaron acuerdos con la empresa brasileña acusada de sobornos en 12 países de América Latina y África.

Pemex y su subsidiaria no revelarán hasta 2020 los contratos que en los últimos 10 años han tenido con Odebrecht bajo el argumento de que darlos a conocer sería perjudicial para las investigaciones que realizan la PGR y la Secretaría de la Función Pública. Ambas dependencias han anunciado que indagan los señalamientos de sobornos en México por 10.5 millones de dólares para ganar contratos entre 2010 y 2014.

Un ejercicio de transparencia realizado a través de 16 solicitudes de información pública revela que las subsidiarias Pemex Etileno, Pemex Cogeneración y Servicios, Pemex Exploración y Producción, Pemex Fertilizantes, Pemex Perforación y Servicios, y Pemex Logística no tienen registros de contratos entre 2006 y 2016 con Odebrecht ni con las compañías donde el consorcio brasileño participa, como Odebrecht Ingeniería y Construcción de México, Odebrecht Ingeniería & Construcción Internacional-Ingeniería Industrial, Braskem y Braskem-Idesa.

Sólo Pemex y Pemex Transformación Industrial aceptan que tuvieron relación con Odebrecht. En respuesta a una solicitud de información, Pemex Transformación indicó que tiene dos contratos con la empresa Norberto Odebrecht: el DCPA-OP-GCP-DGTRI-A-3-15 y el PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-4-14, relacionado con el aprovechamiento de residuales de la refinería de Tula, Hidalgo. La filial de Pemex informó que no revelará el contenido de ambos documentos y que no se podrán conocer sino hasta el 23 de febrero del año 2020.

Ese contrato PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-4-14 ya fue revisado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que encontró un pago injustificado de 120 millones de pesos a Odebrecht por parte de Pemex Refinación. Además, la ASF señala que la empresa brasileña utilizó subcontratistas que no comprobaron su capacidad técnica y financiera. El contrato es por mil 436 millones de pesos y —el escándalo se agrava— fue asignado por adjudicación directa, sin concurso o convocatoria de por medio.

Pemex no ofreció ningún detalle de la información que tiene en sus archivos. En su respuesta sólo explica que proporcionar los contratos con Odebrecht “pondría en riesgo las investigaciones que se están llevando a cabo por parte de la PGR y la SFP”. El Comité de Información de Pemex dispuso que los contratos puedan desclasificarse a partir del 30 de enero del 2020.

En el ejercicio de transparencia, una de las 16 solicitudes fue dirigida a la Secretaría de Energía, que declaró que en sus archivos no encontró ningún contrato con Odebrecht entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2016.

Las respuestas de las unidades de transparencia de Pemex muestran con qué áreas tuvo relación Odebrecht. Eso pone a las oficinas centrales de Pemex en la mira.

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