Si asumimos como correctas las aseveraciones y propuestas del Presidente López Obrador y de su gabinete en materia de seguridad interior, parecería que por fin estamos en el camino de alcanzar la paz y la seguridad. Parecería que el Gobierno de México transita por el camino correcto para “cumplir con la justa exigencia social de vivir en un país pacífico, seguro, sujeto al imperio de la legalidad y arbitrado por la justicia” tal y como se plasmó en el Plan de Paz y Seguridad 2018-2024.

La aprobación de la reforma constitucional que da nacimiento a la Guardia Nacional por unanimidad en el Senado de la República y el beneplácito expreso otorgado por el Presidente López Obrador, significa un gran avance ya que ahora si podrá contar con la herramienta que le faltaba, la denominada Guardia Nacional (recordemos que el Presidente había señalado que para alcanzar la paz y seguridad era necesario contar con las Fuerzas Armadas y que para poder hacerlo era necesaria una reforma constitucional que avalara su participación en tareas de seguridad interior).

Dicha aprobación se suma a otras acciones de alguna manera emprendidas por el Gobierno del Lic. López Obrador y plasmadas en el mencionado Plan de Paz y Seguridad 2018-2024. Un ejemplo de ellas es la erradicación de la corrupción y la reactivación de la procuración de justicia. En este sentido no olvidemos que la corrupción ya se erradicó con la sola presencia del Presidente –al menos eso nos dijo que pasaría-. En lo que toca a la reactivación de la “procuración de justicia” tenemos que esta ya arrancó con el nombramiento del fiscal general por parte del Senado de la República y que recayó en el Dr. Gertz Manero quien por cierto ya había sido designado por el propio Presidente.

Asimismo el Gobierno de México ya dio inicio a una serie de programas de desarrollo social y acciones para garantizar empleo, educación, salud y bienestar a millones de mexicanos. Con ello el Presidente pretende cerrar la pinza y combatir la inseguridad otorgando a los delincuentes opciones, de al menos subsistencia, dentro del marco de la ley. Un ejemplo de lo anterior es el apoyo a los digamos “micro-huachicoleros”.

Lo anterior debe permitir al Gobierno de México dar un golpe de timón y dejar atrás la violencia en la que nos encontramos inmersos. Recordemos que el arranque de esta administración federal ha sido la más violenta en la historia moderna del país, durante el bimestre (diciembre 2018-enero2019) se incrementaron los homicidios dolosos en un 11.4% en un año (diciembre 2017-enero 2018) y prácticamente se duplicaron, 98%, con respecto al primer bimestre de la administración del Presidente Peña Nieto.

Finalmente recordemos que el Presidente López Obrador señaló que: “La seguridad de la gente es un factor esencial del bienestar y la razón primordial de la existencia del poder público: el pacto básico entre éste y la población consiste en que la segunda delega su seguridad en autoridades constituidas, las cuales adquieren el compromiso de garantizar la vida, la integridad física y el patrimonio de los individuos. Para ello están dotadas de facultades e instrumentos como leyes y reglamentos, organismos de procuración e impartición de justicia y el uso exclusivo de la fuerza pública.” y hoy el Presidente ya tiene todas las herramientas para brindarnos a los mexicanos la paz y la seguridad que anhelamos y merecemos. Ojalá no nos falle, si lo hace no tendrá pretexto.

Comisionado del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA). @TAMBORRELmx

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