Nasser Al-Khelaifi compró al París Saint-Germain en poco más de 70 millones de dólares, porque en realidad no pudo adquirir ni al Real Madrid ni al Barcelona, sus dos grandes sueños. Por eso invirtió en el futbol, con un equipo que le permitió aparecer en escena, pero ha sido —por muchos años, con sus empresas— el patrocinador principal de sus objetos del deseo. Incluso, fundó la cadena de televisión beIN Sports y compró los derechos de la Liga española, para Estados Unidos, en miles de millones de dólares, y posteriormente lo hizo para territorio español; es decir, su gran sueño e ilusión era tener a estos equipos, pero como nunca pudo, se tuvo que conformar con el PSG.

Y así empezó a comprar y comprar hasta que materializó su gran sueño; por más de 250 mdd compró a Neymar. La idea y, sobre todo, la meta inmediata es convertir a este equipo francés en un poderoso de Europa, cruzar esa difícil línea de un equipo del montón, de media tabla europea, a uno de élite, ganador, que con su nobleza pueda competir de igual a igual, no solamente con el Real Madrid y Barcelona, sino con el Bayern Munich o la Juventus.

Sin embargo, todavía está lejos, pese a que ha ganado seis ligas en Francia y dos o tres copas de nivel medio en la UEFA.

El qatarí Al-Khelaif sabe que este es el día por el que invirtió tanto dinero, por el que los fichajes deben rendir frutos. Hoy tiene la gran oportunidad de eliminar al todo poderoso, al rey de Europa. Todo lo demás que no sea echar al Madrid será un rotundo fracaso y haber tirado a la basura los más de 600 mdd que ha gastado para tener el actual plantel.

En la Champions League, como en la vida, hay clases sociales, como las hay en todos los futboles del mundo, y el PSG todavía está en la clase media, lejos de la clase alta. Sin embargo, este día tiene la oportunidad de iniciar un camino distinto al de trancazos anteriores, en los que no pudo pasar de los cuartos de final. Recordemos el ridículo que hizo en el Camp Nou la temporada pasada, cuando llegó con un 4-0 a favor y terminó eliminado simplemente porque el futbol, insisto, tiene clases sociales. Y no sólo fue Neymar esa noche en Barcelona, es el ADN ganador de un equipo como el que pretende tener Al-Khelaif, que al día de hoy no ha ganado maldita la cosa.

Así que van y vienen contrataciones; ha sido Neymar, pero tambien Cavani, Dani Álves, Di María y Mbappé. Son ellos los que hoy tienen que forjar el camino distinto del PSG, para eso les pagan tanto, y para eso están comprando su pase al VIP del futbol europeo, pero desgraciadamente para Al-Khelaif, hoy estarán en la cancha más gloriosa, en la que no solamente hay millones, sino también clase, algo que hasta hoy no tiene este pobre equipo rico.

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