La actual administración federal ha socavado muchas de las capacidades institucionales que llevaron décadas construir en nuestro país, pero pocos reductos han sido tan afectados como los estados y los municipios. Durante el presente sexenio se han reducido tanto las capacidades económicas y jurídicas de los gobiernos locales, que hablar del federalismo es una mera ilusión.

El artículo 115 constitucional establece las obligaciones y facultades de los municipios, que permiten garantizar una vida digna para las personas. Por ejemplo, ahí se establecen las obligaciones relativas al acceso a agua potable, drenaje, alumbrado público y vialidades de calidad, que son clave para que, en su vida cotidiana, la ciudadanía tenga bienestar.

Los recursos recaudados para garantizar el cumplimiento de estas funciones son insuficientes, pues únicamente el 4% de los recursos recaudados llega a los municipios, a pesar de ser la instancia con mayor carga de responsabilidades. Es claro que urge un nuevo pacto fiscal que subsane esta inequidad, pues fortalecer a los municipios es dar mayor certeza a las necesidades cotidianas de la gente.

Mención aparte merece el tema de seguridad pública, que hoy por hoy es una de las necesidades más apremiantes en todo el país. Aquí es necesario invertir en materia de prevención del delito y aspirar a tener la policía mejor pagada del país. Hoy por hoy, Querétaro es un ejemplo a nivel nacional por tener a la mejor policía del país en cuanto a evaluaciones y controles de confianza, pero debemos retribuir mejor el esfuerzo de los más de 1200 queretanos valientes que cuidan nuestra ciudad.

En su momento propuse reformar la Ley de Disciplina Financiera, pues actualmente el gobierno municipal se encuentra limitado para elevar anualmente el número de plazas de policías. Aún queda pendiente implementar una reforma constitucional para garantizar que los policías tengan una relación laboral efectiva con los municipios, pues actualmente se encuentran bajo un régimen administrativo que no permite otorgarles mejores incentivos, como becas y préstamos.

Un Federalismo posible da mejores resultados a la gente. Esto pasa por organizar mejor la gestión integral metropolitana, pues los municipios ya no pueden trabajar de manera improvisada y aislada. Por ejemplo, en materia de servicios, Querétaro tiene un área de oportunidad para trabajar en conjunto con Corregidora, El Marqués y con Huimilpan para facilitar las políticas en materia de seguridad, servicios públicos o movilidad y así combinar experiencia y recursos para brindar mejores servicios.

Por último, debemos considerar que un Federalismo saludable se refleja en dos grandes rubros: la cercanía y la eficiencia. La cercanía entendida como la presencia permanente de los servidores públicos en las calles y los barrios, y la eficiencia que se logra con profesionalismo y preparación, que permitan resolver los problemas de la gente y del servicio público, con la mayor rapidez y los mejores resultados posibles. Debemos lograr que el Federalismo deje de ser un ideal consagrado en un artículo constitucional, para cobrar vida propia que se sienta en la vida diaria de nuestra gente.

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