“¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón”, recita el gran Jaime Sabines en uno de sus más recordados poemas, en donde se alegra de ser simplemente un peatón, de andar como cualquiera. Y lo que para un poeta es alegría porque puede andar como cualquiera, para quienes han hecho la proyección urbana de esta ciudad en los últimos años es una fobia: la ciudad de Querétaro no es para peatones ni, como hemos visto en las últimas dos semanas, para ciclistas.

La semana pasada, el Observatorio Ciudadano de Movilidad emitió un comunicado de prensa en donde alertaba que el modelo de desarrollo urbano en Querétaro ha privilegiado al uso del automóvil en detrimento de las demás formas de movilidad, en particular del peatón. Y lo ejemplifica señalando que apenas recién se instalaron semáforos peatonales (Con imágenes de la muñeca Lelé, agrega este tecleador).

Y para documentar nuestro optimismo, como irónicamente escribía Carlos Monsiváis, dicho organismo se dio a la tarea de identificar los cruces viales más peligroso para quien anda a pie por la ciudad y detectó 23 puntos conflictivos, en donde destacan la Calzada de los Arcos hacia el centro; prácticamente la mayoría de cruces de las avenidas Zaragoza y Constituyentes; dos cruces en Avenida Tecnológico; tres cruces de Bernardo Quintana; uno de 5 de Febrero y uno de Paseo de la República; Pie de la Cuesta y Tláloc, entre otros.

El Observatorio adelantó que el documento con todos los detalles lo entregarían a la Secretaría de Movilidad Municipal.

Ante la presión mediática, las autoridades municipales ya mencionadas respondieron que ya habían empezado a intervenir en tres de esos espacios. Sin embargo, la respuesta es aún insuficiente. Y falta de medir en otras zonas urbanas del estado. No todo debe reducirse a la capital.

Pero la violencia vial no termina con los pocos espacios seguros para el peatón, pues las muertes de ciclistas van en aumento, tan sólo en la última semana tres fueron atropellados, dos en el libramiento Sur-Poniente y uno en el municipio de Corregidora.

Esto ya generó la protesta del movimiento ciclista, el cual viene cobrando fuerza en Querétaro desde hace años y no porque responda a una moda, como se quejan sus detractores, sino por una cuestión de necesidad de movilización urbana ante el colapso vial que tiene la ciudad y que es más notorio a raíz de las obras de 5 de Febrero.

El peatón es el primero en preferencia en la pirámide de la movilidad, seguido de los ciclistas y el transporte público; sin embargo, en la proyección urbana del Querétaro del siglo XXI se les ignoró y hoy se pagan las consecuencias. Si de verdad se quiere llegar al siguiente nivel, debe empezar a corregirse ese añejo problema de movilidad porque si Jaime Sabines hubiera vivido en Querétaro, quizás no se alegraría de ser un simple peatón.

Periodista y sociólog. @viloja

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