Opinión. La megamarcha del 27N
Pocas veces en el mundo se ven marchas tan numerosas como la que se llevó a cabo el pasado 27 de noviembre, en la capital del país, con el fin de festejar cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Fue una marcha con más de un millón 200 mil personas que opacó totalmente a los 50 mil que marcharon el 13 de noviembre pasado dizque para “defender al INE” de una inexistente amenaza de desaparición. Estamos hablando de una marcha con al menos 24 veces más personas que la del 13 de noviembre. Por si la derecha quería medir fuerzas en la calle, ya tuvieron su respuesta.
Pero no sólo se trató de un número inmensamente mayor. La diferencia también fue cualitativa. Mientras que la marcha de la oposición, el 13 de noviembre, fue una marcha basada en la desinformación, de gente enojada (muchos sin saber por qué).
Se quiso presentar como “ciudadana” una marcha organizada y dirigida por cabezas de partidos políticos, principalmente panistas y priistas. Del PRD ya ni hablemos, es un partido que va hacia la extinción, sin registro en 15 estados de la república.
En contraposición, la megamarcha del 27 de noviembre fue un evento festivo, alegre, se notaba el convencimiento de la gente. La izquierda mexicana mostró músculo y fue notoria su amplia experiencia en la organización de este tipo de eventos, algo que, a diferencia de la derecha, ha hecho durante décadas.
Por lo anterior suenan ridículas las acusaciones de la oposición de que hubo “acarreados”. Hasta el periódico Reforma, en vez de informar sobre la marcha, se dedicó a contar camiones como si eso fuera prueba del acarreo. ¿En que querían que se transportara la gente de provincia a la Ciudad de México? ¿A pie? ¿En bicicleta? ¿A caballo? ¿En qué se transportó Vicente Fox a la marcha del 13 de noviembre, a pie, a caballo o en bicicleta?
Los que se basan en que la gente de provincia llegamos en camiones a la Ciudad de México, muestran su ignorancia.
Desconocen que, en muchos países de Europa, para movilizaciones masivas, se rentan incluso trenes completos para que la gente pueda llegar a la ciudad en donde se llevara a cabo la manifestación. En Estados Unidos la gente ha llegado a movilizaciones masivas incluso en avión. Los que llegan en trenes fletados o en aviones, ¿eso los hace acarreados? ¡Claro que no!
Más bien hay que decirlo fuerte y claro, la verdadera razón de hacer este tipo de acusaciones es la envidia y de la buena. A la oposición le habría gustado que el 27 de noviembre hubiese acudido menos gente. Pero les falló y eso los trae descontrolados y molestos. Ya nadie se acuerda de su mini marcha.
Académico de la UAQ. [email protected]