Todo está relacionado y aunque algunos señalen que a nosotros qué nos importa lo que suceda del otro lado del charco, como diriamos coloquialmente (quizá muchos con enojo y frustración), cierto es que la relación entre México y Estados Unidos es amplia y profunda.

Como primer punto ambos mantienen lazos económicos bastante fuertes. México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, el primer destino de exportaciónes para California, Arizona y Texas,  además del segundo mercado para otros 20 estados americanos.

Aproximadamente cinco millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con nuestro país y por si fuera poco, la frontera que nos une es la más transitada del mundo. Un millón de personas y 300 mil vehículos cruzan diariamente.

Pero, qué pasará ahora que hay nuevo residente en la Casa Blanca, desde luego surje la pregunta, ¿habrá cambios en los viajes?, y es que aunque el ahora presidente Joe Biden apenas tomó protesta, en varios actos adelantó su sentir respecto a las políticas de viaje.

Incluso apenas unas horas después del inicio de su mandato, firmó 17 órdenes para arrancar las políticas establecidas por su predecesor.

Una de ellas, la más sonada, me atrevo a decir, es la que puso fin a la prohibición  de visita a los paseantes de varios países mayormente musulmanes (Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen), además de ciudadanos de Nigeria, Eritrea, Birmania y Kirguistán.

Para la industria de la aviación, el nuevo presidente anunció una orden para hacer obligatorio el uso de mascarillas en todos los vuelos de

Estados Unidos. Aprobó  también un plan de 1.9 billones de dólares para la asistencia a empresas y la restauración de puestos de trabajo, incluyendo a los del sector turístico. Aunado a eso, pretende restaurar las protecciones de las reservas naturales descartadas en la anterior administración. Y es que como era de esperarse, Donald Trump hizo todo lo posible por hacer acuerdos y propuestas que dejaran complicaciones, por lo que el lunes 18 de enero firmó una orden para levantar las prohibiciones de viaje de la Unión Europea, el Reino Unido y Brasil. Para  su mala fortuna, la portavoz oficial de Biden anunció que esas restricciones no se levantarían.

Aún es pronto para vaticinar si con el nuevo mandato, México tendrá mejores oportunidades en cuestión de viajes y turismo, pues también es cierto que el actual presidente aumentó las restricciones que Trump iba a eliminar. Y ahora aparte de que a partir del 26 de enero quien quiera entrar a tierras americanas deberá contar con una PCR negativa  de Covid-19 para poder subir a un avión, también tendrá que cumplir una cuarentena al llegar a su destino. Lo que detiene para muchos los viajes por placer. Aún así, organizaciones como el Consejo Mundial de Viajes y Turismo y la Sociedad Estadounidense de Asesores de Viajes le externaron su apoyo.

Por cierto, lleno de recuerdos y artesanías mexicanas se despidió el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, quien llevó consigo una máscara de luchador que le regaló el hijo de El Santo, cerámicas de Tlaxcala, Guanajuato, Guerrero y Jalisco; alfarería de Oaxaca, del Estado de México, Michoacán y Puebla; alebrijes, calaveras de cartón y de azúcar, una piñata y hasta un jabón ZOTE.

Queridos lectores, sólo queda esperar la despedida del todavía secretario de Educación, Esteban Moctezuma, para tomar su nuevo cargo como embajador de México en Estados unidos, cruzar los dedos, y augurar buenas relaciones entre ambos países.

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado por la ANLM
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