“¿Qué les pido a los organizadores? Que no haya simulación, que se escuche a todos”, dijo Andrés Manuel López Obrador al iniciar en Ciudad Juárez los foros (17 planeados aunque se exigen más, por ejemplo uno en Tamaulipas) para lograr una estrategia diferente con el fin de abatir la violencia.

En ese tenor, el señor José Luis Castillo reclamó a Javier Corral no haber atendido su solicitud de encontrar a su hija Esmeralda, desaparecida el 19 de mayo de 2009. Tres personas señalaron que el gobernador de Chihuahua no hacía caso de sus peticiones. Amén que varios corearon: “Ahora, ahora//, se hace indispensable// presentación con vida y castigo a los culpables”.

López Obrador llamó a la reconciliación, siendo tolerantes. Además, señaló que hace años se abandonó a los jóvenes y la productividad. Apuntó que lo único importante anteriormente ha sido el saqueo de la nación y no el avance de la sociedad. Precisó que “todo lo que convenga al pueblo de México se va a llevar a cabo”.

Quedó claro: habrá dos instancias para enfrentar ese flagelo. Por un lado la secretaría de Seguridad Pública, que se dedicará a combatir a los malosos, y Gobernación, la cual se destinará a respetar, escuchar y atender a todos.

Encargada de la gobernabilidad, Olga Sánchez Cordero, estará al tanto de la justicia transicional: formará comisiones de la verdad, auxiliará a las víctimas y dará verdadera atención a los familiares. Y es que como antes planteó ella, México: “Es un país de personas desaparecidas, de fosas comunes, de servicios forenses con gente sin identificación”. El horror, pues.

Se necesitan recursos para dar profesionalidad a los cuidadores del orden, capacitarlos adecuadamente y en tres años poder regresar a parte de los militares al cuartel, para que a fin del sexenio tengamos números como los de la OCDE de 4 homicidios por 100 mil habitantes (hoy son 25 asesinados por 100 mil pobladores), según Alfonso Durazo (El País, 7 de agosto).

Asimismo, dijo que se requiere un apoyo sustancial a 2.5 millones de jóvenes, combatir radicalmente la corrupción y enfrentar sin temor el lavado de dinero. Y, desde luego, grandes programas sociales.

Aunque no asistió al encuentro en Chihuahua, Tatiana Clouthier, afirmó que Peña Nieto deja un país marcado por la muerte y la desolación, el cual debemos reconstruir. Anotó de cada diez personas que buscan a sus parientes nueve son mujeres. La violencia, también ha hecho presa a defensores de derechos humanos y periodistas (Aristegui Noticias, 7 de agosto).

Por su parte la especialista Catalina Pérez (El Universal, ídem), en un artículo plantea que las fuerzas armadas trabajan bajo la lógica de la guerra: sin transparencia y rendición de cuentas, pensando que los ciudadanos son los enemigos del Estado. Mientras este, el Estado, se encuentra ausente de los servicios públicos.

En Ciudad Juárez, Corral y López Obrador, mostraron un hospital de especialidades inaugurado (seguramente en la administración de César Duarte) que está vacío en su interior. Una simulación conocida. Andrés Manuel dijo que hay 57 casos parecidos en México, por lo que antes de iniciar obras habría que concluir con estos pendientes. Las estafas al descubierto.

La Coparmex señaló que Enrique Peña Nieto no debería haber renunciado a sus funciones y debe atacar la violencia en lo que resta de su administración, ya que el aumento de ese azote a la sociedad es mayor cada día. Coincidió la patronal, insólitamente, con AMLO: se necesita que la secretaría de Seguridad Pública no esté en Gobernación.

Mientras todo eso pasaba, Enrique Peña Nieto se encontraba en Colombia en la toma de posesión de Iván Duque. Y su mujer, Angélica Rivera en el restaurante L’Avenue de París junto con sus hijas, donde la comida tiene precios exorbitantes. Al intentar fotografiarla Paco Cobo, fue impedido por guardias presidenciales mexicanos, quienes se sentían con fuero en los Campos Elíseos. Afortunadamente la hija de Paco sacó imágenes y un video que circula en Facebook.

Paradojas de la transición mexicana.

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