Regálale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá toda la vida. Proverbio chino

Arrancaron los tiempos electorales y con ellos los tiempos de las propuestas populistas como lo son las de entregar dinero en efectivo a cambio de nada, sobre todo a los jóvenes. Propuestas absurdas que sin respetar la dignidad de las personas ni el patrimonio de los mexicanos, buscan “convencer de votar” (léase comprar) al electorado, sobre todo al elector más vulnerable, al más necesitado económicamente hablando y que generalmente es el menos educado, el menos preparado o capacitado. Propuestas que estrictamente no resuelven problema alguno ya que el supuesto beneficiario realmente no recibirá las herramientas que le ayudarán a salir adelante y, el día de mañana, a estar en condiciones de formar y sostener a su propia familia. Propuestas que, por lo tanto, tampoco ayudan a que el país salga adelante.

Por lo anterior, propuestas como la de entregar 3,600 pesos mensuales a los denominados “ninis” (jóvenes que ni estudian ni trabajan) a cambio de nada me parecen aberrantes (peor aún cuando sólo se propone entregar una beca de 2,400 a los jóvenes estudiantes, lo que lleva el mensaje de que es más rentable en ese momento ni estudiar ni trabajar).

Pero si, y sólo si, el apoyo se entregara condicionando a que el “nini”, si estudia y además presta algún servicio a la comunidad como contraprestación, entonces el dinero entregado pasaría de ser “un regalo de parte del país” a una extraordinaria inversión.

Es por ello que considero que los jóvenes en nuestro país requieren de muchas más inversiones que los formen y capaciten y menos “regalos”. Es momento de empezar a realmente enseñar a nuestra juventud a “pescar” y no de sólo darles el pescado. Es momento de facilitarles más y mejores barcas, redes y demás enseres necesarios para la pesca y no sólo el de servirles de comer el pescado por muy suculento que éste sea.

Es momento de apostar inteligentemente por nuestro México y la mejor apuesta que podemos hacer es por nuestra juventud, entendiendo que la juventud se compone por todos aquellos jóvenes en edad pero también por todos aquellos adultos que se quieren capacitar y aprender cosas nuevas, por todos aquellos que independientemente de su edad están con el deseo de emprender.

De hecho, el “bien común” tal y como lo definieron los fundadores del PAN (entre otros pensadores enamorados de México) contempla entre otras cosas, el generar las condiciones para que las personas desarrollen al máximo sus potencialidades. Es por ello que considero que no sólo se debió fortalecer las finanzas de la UAQ sino también la de todos los sistemas de educación superior (Tecnológico Regional de Querétaro, la UNAQ, la UTEC, la Universidad Politécnica, etc.) la educación media superior técnica y, desde luego, la Escuela de Artes y Oficios.

Aclaro que estoy a favor de otorgar incentivos y apoyos (incluido dinero en efectivo) cuando el beneficiario corresponde y digamos que “paga a cambio” inclusive con acciones que son en su estricto beneficio o de su familia. Tal es el caso del programas como “Oportunidades” hoy, “Prospera”, que entrega dinero en efectivo a madres cuyos hijos e hijas acuden a la escuela y al médico. También de programas como los relativos al adulto mayor en los que se otorga dinero como reconocimiento a su aportación a la construcción de nuestro México.

Fuente de los Deseos. Ojalá los hoy oficialmente precandidatos (mañana candidatos) se comprometan no a “regalar dinero a cambio de nada” a nuestros jóvenes, sino a proporcionarles las herramientas necesarias para que cada uno de ellos sea capaz de labrarse su porvenir. Ojalá entre todos les enseñemos a nuestros hijos que su voto vale mucho, pero mucho más que un plato de pescado.

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