Qué tal, mis queridos lectores, un placer siempre poder leernos. En esta ocasión me tocará platicar sobre una aventura con unos tipos maravillosos, ocho geniales enmascarados que luchan con su música contra la opresión de un gobierno mal llevado en nuestro país y ellos son La Kasquivana de México para el mundo, una bandota de skapunk, ya que me abordé en un viaje por tierras bogotanas con ellos: El Rojo, El Isra, El Tocino, El Blake, Iván, El cachetón, El Waco y El Yolo son quienes conforman esta agrupación que tiene 11 años de carrera y va por más, con dos giras por las frías y heladas tierras de Vancouver (aunque ellos fueron en el delicioso verano), éxitos rotundos, intervenciones con grandes como Ska-P y Jessy Bulbo, entre otros.

En las entrevistas dadas pudimos escuchar el origen de estos brothers, de por qué estar enmascarados y nos enteramos que comenzaron usando pasamontañas, que se fueron transformando con el tiempo y conforme se fueron afianzando, los integrantes cambiaron esos pasamontañas por máscaras de luchadores de la popular lucha libre mexicana.

El Rojo, vocal y líder de la agrupación, un tipo recio y áspero de cara, que pareciera tener dos personalidades, tal cual Dr. Jekyll y el señor Hyde, pero que en realidad es a todas margaritas al trato, me dijo: “cuando era morro me imaginé estar arriba de los escenarios, así como las bandas que admiraba".

Con grandes sueños, que se han ido haciendo realidad, con una realidad que los ha montado a escenarios de renombre esperan ya poder pisar el Skatex,  donde será su primera vez y esperan romperla como ha sido siempre que tienen un evento de esa magnitud.  
“Llegó el momento de despegar ya, somos una banda que está consolidada y estamos para los grandes eventos”, me dijo Isra, baterista de La Kasquivana, pero vamos que es lo que también hace valer a estos carnales y sin duda la labor social que hacen, ya que son la banda oficial en la lucha por los desaparecidos de Ayotzinapa,  hacen toquines para recaudar fondos, aunado a que tienen la fortuna de ser como una gran familia, la energía demostrada en los escenarios muestra su constancia y gran entrega.

Pero ¿por qué me tocó o decidí platicar de ellos? Mmm... fue porque me re confirmaron que ser punk, con esa deliciosa mezcla de ska, es la mejor vitamina para estar feliz y, como dijeran por ahí, el mejor deporte es la música y hay que practicar diariamente. Ya no hay hojas ni tinta, así que nos leemos la próxima semana porque TODOS SOMOS PUNKS.

@pollorockmusica

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