Muchas personas me preguntan que cómo puedo trabajar tanto y de dónde recojo tanta energía para hacerlo, y yo les contesto siempre: si supieran lo que vivo día con día, es muy difícil hacerlo debido a todo lo que conlleva, el quitarles la imposibilidad a las personas no tienes idea lo que en mí causa, es como una inyección de la máxima felicidad.

Las personas desean salud, dinero y amor, y yo cada día te deseo: “no dolor, no dolor, no dolor”; cada día que vivo, cada paciente nuevo llega al consultorio con una o varias imposibilidades, y todos y cada uno de ellos por dolores severos, que cuando nos va bien se describe de 7 en una escala de 10, y la mayoría se describen con 10 de dolor, éste imposibilita cualquier tipo de vida, cuando hay dolor te para, no te permite ver o sentir lo bueno que pasa alrededor de la vida, no te permite disfrutar de tus bienes ni de tus amigos, ni de la misma vida, el amanecer día con día sin dolor hace un cambio radical en ésta.

Y esta semana fue grandiosa e indescriptible, tres personas que verdaderamente estaban imposibilitadas tanto por el dolor, como porque ya sea neurológico o fisiológico no tenían la posibilidad de caminar y ¡lo logramos! Es un trabajo en equipo en donde se involucran muchas cosas, muchas mociones y procesos por los que pasa el paciente, en y’u además de darles la posibilidad de lograrlo, también los acompañamos en el proceso que expresen sus emociones, que puedan vivirlas e incluso que entiendan cómo este proceso puede ser agradable y disfrutable.

Les voy a contar hoy sobre Dorita, ella llegó hace un año a y’u con trasplante de cadera (prótesis) después de 160 sesiones en el CRIQ, donde la ayudaron a mejorar desde el primer día, pero seguía sintiendo muchísimo dolor y sin la posibilidad de caminar sin andadera; en la primera cita me  habló  sobre todo lo que sufría en cada sesión,  que ya se sentía muy estancada y que no había la posibilidad de caminar sin andadera, también  me demostró cómo no podía sostenerse ni dar un solo paso sin ésta, ranqueaba y no soportaba los dolores.

Y esta semana no solo caminó sin ningún sostén, ¡bailó! La voy a grabar esta semana para poderles enseñar su sonrisa y su forma de hacerlo, antes que nada ha sido un trabajo durante un año constante, cada parte de su vida hoy está involucrada con el método y quiero ¡felicitarla, por su entusiasmo, integridad, porque nunca, ni un solo día, dejó de luchar y hoy ya lo ha logrado!

Su hija fue a hablar conmigo para decirme que por favor no le diera esperanzas, porque ella sabía que nunca iba a lograrlo y que era mucho mejor que se resignara al dolor y se mentalizara que así sería el resto de su vida. Y yo le di las razones de porqué sí lo lograríamos, y hoy está la prueba; Dorita camina y vive sin dolor, y si en algún movimiento le duele, sabe cómo acomodarse para quitárselo por completo.

Mientras la observaba bailar y caminar con esa sonrisa, no puedo explicarte su y mi felicidad, se me llenan los ojos de lágrimas de felicidad, ¡no hay palabras! Y lo que hoy te escribo es para ti, para que sepas que no importa qué pase en tu vida, las imposibilidades son porque no estamos observando y percibiendo desde otros ángulos. Que hay que pensar y vivir de manera en que siempre haya posibilidades, cualquier historia que me quieras compartir puedes escribirnos y/o marcarnos al 4422580597 o @metodoyu, donde además estaremos compartiendo estas historias en video para ponerte una gran sonrisa y dejar a lado cualquier imposibilidad que estés viviendo.

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