El lunes 18 de noviembre se conmemoró el aniversario de la Revolución Mexicana cuando debería haber sido el día de hoy, 20 de noviembre. Sobre la importancia de mantener la memoria histórica, desde 2006 con la modificación al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, bajo el argumento de incentivar el turismo y la convivencia familiar, esta conmemoración se traslada al tercer lunes del mes de noviembre de cada año.

Con acciones como esta lo que verdaderamente se logra es la pérdida de la memoria colectiva en torno a un hecho fundacional de nuestra nación, es decir, ahora se comenta más “el puente de noviembre”, en lugar de los detalles de la gesta heroica que dio lugar a ese capítulo en nuestra historia.

En el Partido del Trabajo consideramos indispensable tener presente el pasado si queremos lograr un mejor futuro. Apostarle a la memoria es la verdadera alternativa.

“Esta tiranía a la que no estamos acostumbrados los mexicanos ha llegado a ser insoportable, a cambio de esa tiranía se nos ofrece la paz, pero ésta es una paz vergonzante para el pueblo mexicano, porque no tiene como base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene como objeto el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino el enriquecimiento de un pequeño grupo ligado a los que se encuentran en el poder”, Francisco I. Madero en el Plan de San Luis.

Este Plan establecía que el día 20 de noviembre de 1910, a partir de las seis de la tarde, todos los ciudadanos tomarían las armas para derrocar a los usurpadores en el poder.

Francisco I. Madero aglutinaría así a todos los que sufrían las desigualdades sociales, en torno al objetivo de lograr una patria justa y democrática.

Otro aspecto que permitió que esa lucha se consolidara fue que Madero señaló lo evidente: ya no existía la división de poderes, es decir el Poder Legislativo y Judicial dependían sólo de la voluntad del Ejecutivo.

Iniciaba así el acontecimiento político y social más importante del siglo XX: la Revolución Mexicana y se considera que llega a su fin el 5 de febrero de 1917, con la firma del documento rector de la vida política de nuestra nación: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, documento que recogía las demandas sociales más sentidas del pueblo, como el derecho a la educación, a la tenencia de la tierra y al trabajo justo, en los artículos 3, 27 y 123, por mencionar algunos.

Parecería que la historia se repite, quien actualmente ocupa la Presidencia de la República lo hace no por la voluntad libre y soberana del pueblo, sino por la compra de la misma.

Además la práctica parlamentaria en el Congreso de la Unión, ha sido nulificada a través de la firma de un documento mal llamado “Pacto por México”, y por medio de éste, se han impuesto reformas estructurales borrando conquistas logradas con el sacrificio de millones de mexicanos y que en nada han reflejado el parecer de los sectores involucrados, la reforma laboral sin la voz de los trabajadores, la reforma educativa sin la voz de los maestros ni de los padres de familia, la reforma hacendaria sin la voz de los ciudadanos, y pretenden imponer la reforma energética ignorando la voz del pueblo.

En el PT nos sumaremos al éxodo nacional contra de estas políticas regresivas, con esto decimos ¡no a la imposición del olvido!

Comisionada Política Nacional, PT Querétaro

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