En un par de semanas podría conocerse la acusación formal de la PGR a Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, y a otros implicados por haber recibido sobornos de la constructora Odebrecht. Las autoridades mexicanas han documentado el pago de 18 millones de dólares depositados en 2012 a diversas cuentas relacionadas con el ex funcionario y preparan ya la consignación penal para Lozoya y también para algunos de los directivos de la compañía brasileña que reconocieron haber entregado esas cantidades a cambio de un trato preferencial de la petrolera mexicana.

La acusación por la que la PGR consignará el expediente es por “cohecho” contra Lozoya y los directivos brasileños. La pena máxima para ese delito, cuando el monto de la “dádiva” o soborno exceda los 500 mil días de la “unidad de medida y actualización” cuando se cometió el delito —en este caso el salario mínimo diario vigente en 2012—, es de 2 a 14 años de cárcel y de 100 a 150 días multa.

Sin embargo, según fuentes de la Procuraduría, se estaría en estos momentos negociando con Lozoya y los otros implicados para que devuelvan el monto de los sobornos recibidos, a cambio de que se les aplique la “pena mínima” que podrían ser los dos años de cárcel. Las mismas fuentes confirman que en esa negociación el ex director de Pemex solo ofrece hasta devolver 8 millones de dólares que reconoce haber recibido en cuentas ligadas a familiares suyos, a cambio de que las autoridades mexicanas le otorguen el beneficio de la “pena mínima”.

Según el Código Penal federal, en su artículo 222, cometen el delito de cohecho: “I. El servidor público que por sí, o por interpósita persona solicite o reciba ilícitamente para sí o para otro, dinero o cualquier beneficio, o acepte una promesa, para hacer o dejar de realizar un acto propio de sus funciones inherentes a su empleo, cargo o comisión; y II. El que dé, prometa o entregue cualquier beneficio a alguna de las personas que se mencionan en el artículo 212 de este Código, para que haga u omita un acto relacionado con sus funciones, a su empleo, cargo o comisión”.

Por eso además de  Lozoya serían acusados ex directivos de Odebrecht como Olivio Rodrigues Júnior, quien según Mexicanos contra la Corrupción, que tuvo acceso a un expediente del Ministerio Público de Brasil, fue el responsable de transferir 3.1 millones de dólares entre abril y junio de 2012 a una cuenta ligada a Lozoya, coordinador de vinculación internacional del entonces candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto. También serían inculpados por la PGR Luis Alberto de Meneses, Luiz Mameri e Hilberto da Silva, los tres altos exfuncionarios de Odebrecht cuyas declaraciones están contenidas en el proceso penal 6655, radicado en el Supremo Tribunal de Brasil, y que dijeron haber hecho varios depósitos entre 2012 y 2014 a empresas 'fachada' a través del banco Meinl Bank, a firmas como Zecapan S.A. y Latin America Asia Capital Holding LTD, que —de acuerdo con los testimonios— fueron indicadas por Lozoya para realizar los depósitos.

Las fuentes de la PGR confirman que la negociación con los acusados en el caso continúa y se tiene previsto que en dos semanas máximo la Procuraduría proceda penalmente y consigne el expediente ante un juez para solicitar las órdenes de aprehensión contra el ex director de Pemex y demás implicados brasileños. Veremos cuánto logran devolver de los 18 millones de dólares que según las autoridades fueron pagados de sobornos a cambio de contratos y tratos preferenciales y si efectivamente les conceden una pena “mínima” a los acusados mexicanos y extranjeros en el mayor escándalo de corrupción en América Latina y que en otros países ha llevado a la cárcel a presidentes en funciones, ex presidentes, ministros y secretarios de Estado. ¿México se conformará con la “pena mínima”?

NOTAS INDISCRETAS… Entre aplausos a su candidato perdedor Ricardo Anaya y un reconocimiento a su “valiente y brillante” campaña, el Consejo Nacional del PAN del fin de semana dejó más dudas que certezas sobre quién será el nuevo dirigente del panismo y cuál es el futuro para ese fuerza política y si se logra mantener unida. Y es que aunque Marco Cortés intenta deslindarse de Anaya, los panistas saben que es el “delfín” del grupo anayista, mientras otros aspirantes como Rafael Moreno Valle, Roberto Gil y José Luis Preciado insisten en evitar la continuidad del grupo que perdió las elecciones y que entre Anaya y Zepeda se queden con todo. Veremos que tan azules los tienen los panistas…Los dados mandan Escalera doble. Bien empieza la semana.

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