¿Qué es un dilema?, es una posición que implica decidir sobre dos situaciones que son igualmente buenas o malas. Un dilema no se puede afrontar a la ligera, requiere información, conciencia, reflexión, pero, sobre todo, responsabilidad. Afrontar una situación adversa no es fácil y, mucho menos, cuando se está a cargo de una nación o estado.

La toma de decisiones en esos niveles requiere templanza y liderazgo, pues está de por medio no solo la percepción política, sino la supervivencia de miles de personas.

En la situación que nos encontramos, el dilema no es sencillo ¿abrir las actividades u ordenar otra vez el confinamiento?  Querétaro se enfrenta a ese dilema, el cual se resume en dos colores: naranja o rojo. Por un lado, el gobierno federal se ha puesto más estricto con la medición y nos ha situado en color rojo; mientras que el gobierno del estado se resiste a la reclasificación y mantiene el semáforo en naranja.

No obstante el “color”, lo único que está presente en esta situación, es la falta de resultados.

Para variar, el titular del gobierno federal insiste con vendernos discursos. Tal es así, que volvió a emitir un decálogo, si estimada o estimado lector, otro decálogo. Igual de ambiguo y amplio que los anteriores, con más dudas que respuestas. Esta vez sobre el tema de salud, sector que él mismo y su gabinete han desmantelado y puesto en crisis por el afán de centralizar todo en unas cuantas manos.

Por otro, el gobierno de Querétaro se ha visto pasivo y lánguido, sin dejar de lado, el escándalo en que se vio envuelto el secretario de Salud, sobre una supuesta “reserva” de información. Lo cierto es que el cese de actividades por casi tres meses, dañó severamente la economía de la población y los programas de empleo temporal, apoyo económico, entrega de despensas y financiamiento, no han dado los resultados prometidos.

Aunado a ello, por las calles vemos relajación y desatención en los protocolos, así como la ausencia de control sanitario. Los casos de Covid-19 siguen en aumento y la situación se está agravando, pues la capacidad de respuesta del sector salud es limitada y el problema sigue creciendo.

Luego entonces, la responsabilidad para quienes gobiernan es mayor, pues se enfrentan a un dilema complejo que requiere decisión y acción. Ahí es donde nosotras y nosotros como ciudadanos, debemos revisar, analizar y cuestionar esas decisiones y estar pendientes, sobre todo, de las acciones. Porque en última instancia, la población demanda resultados y éstos no vendrán en la comodidad de un escritorio ni con decálogos.

En fin, los días que vienen para Querétaro y todo el país son decisivos, pues cada vez aumentan los casos y México sigue avanzando en el “top ten”, nada honroso de la pandemia; de ahí que es importante y necesario que estemos atentos a las decisiones…pero creo yo, mucho más a las soluciones.

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