LA MÚSICA CLÁSICA: MANUEL DE FALLA

En nuestra dos entregas anteriores nos referimos a dos grandes compositores españoles: Enrique Granados e Isaac Albéniz; continuaremos ahora con el estudio de otro gran compositor ibérico nacionalista: Manuel de Falla. Junto con Isaac Albéniz, Enrique Granados y Joaquín Turina, de Falla completa el grupo de los músicos españoles más importante de finales del Siglo XIX y principios del XX.

Manuel María de los Dolores Falla y Matheu nació en noviembre de 1876 en Cádiz, España y falleció en noviembre de 1946 en Alta Gracia, Córdoba, Argentina. Mejor conocido como Manuel de Falla, fue hijo de José María Falla y Franco y de María Jesús Matheu y Zabala. Recibió sus primeras lecciones de solfeo de su madre, intérprete de piano, y de su abuelo. A los 9 años de edad continuó sus estudios musicales con la profesora de piano Eloísa Galluzo.

Aunque sus intereses iniciales se inclinaron hacia la literatura y el periodismo, en 1893, tras asistir a un concierto en Cádiz donde se interpretaron obras de Edvard Grieg sintió, según sus propias palabras, que su ‘vocación definitiva es la música’.

A los 30 años de edad inició una tournée de 7años en París donde se codeó con compositores de la talla de Debussy y Ravel, de quienes admiró su fascinación por los temas españoles. Recordemos que el francés Maurice Ravel es el autor del famosísimo Bolero, tema muy español, y Claude Debussy compuso sus Images para orquesta y, la mayor, Iberia, es una mezcla de cuadros españoles.

A partir de 1896 comenzó a viajar a Madrid, donde asistió al Real Conservatorio de Música y Declamación. Allí se perfeccionó en piano con José Tragó, un condiscípulo de Isaac Albéniz. Los años de estudio en la capital española culminaron con la composición, en 1904, de la ópera La Vida Breve, que se hizo acreedora del primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Manuel de Falla es reconocido principalmente por un numero pequeño de obras, pero muy hermosas y emblemáticas. Sus dos ballets El Sombrero de Tres Picos y El Amor brujo, así como su obra impresionista Noches en los Jardines de España, se presentan frecuentemente en salas de teatro en todo el mundo. Sus temas son inconfundiblemente ibéricos y son reconocidos aún por no conocedores en música culta. El 2º. movimiento del Sombrero de Tres Picos nos hace imaginar un tablado flamenco, y El Amor Brujo es una joya del cante jondo con una fuerte influencia mora andaluza.

Compuso 12 obras para piano entre las que destaca: Homenaje Pour Le Tombeau de Claude Debussy; 11 obras para orquesta en las que destaca, además de las ya mencionadas, El Retablo de Maese Pedro; así como 21 variaciones sobre temas ajenos.

En septiembre de 1939, después de la Guerra Civil Española y a inicios de la 2ª. Guerra Mundial, Manuel de Falla se exilió en Argentina, a pesar de los intentos del gobierno del general Francisco Franco, que le ofrecía una pensión si regresaba a España. Fue nombrado Caballero, con el grado de Gran Cruz, de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1940. Su hermana cuidaba de él, ya que casi siempre estaba enfermo y falleció el 14 de noviembre de 1946 tras sufrir un paro respiratorio. Dos días antes de morir se despidió de él una de sus colaboradoras predilectas y gran amiga, la cantante Conxita Badía. ‘Debe de ser el destino’, le dijo ella. ‘Al destino no hay que provocarlo. Yo seguiré viviendo aquí. Adiós, Conchita’, le replica de Falla. Sus restos fueron trasladados desde Buenos Aires hasta su tierra natal, Cádiz.

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