La ZMQ sigue creciendo de manera acelerada, así como su actividad económica, lo cual se observa en la dinámica inmobiliaria; se construyen fraccionamientos, edificios altos, plazas comerciales y hospitales privados, entre otros; también destacan el crecimiento industrial y comercial. Asimismo, el tráfico vehicular en la urbe sigue aumentando y las vialidades exhiben su insuficiencia para tal demanda.

En este año, sobre todo en el mes de mayo pasado, se ha padecido la más notoria contaminación de nuestra atmósfera, entre otras causas, por el enorme parque vehicular que tenemos en la ZMQ y más por la gran cantidad de incendios ocurridos en nuestra urbe, normalmente provocados, así como los acontecidos en nuestra Sierra Gorda (también provocados) y en diversas regiones del país, pareciera que no estamos contribuyendo en revertir el cambio climático que amenaza al mundo.

Como medio de transporte, en favor de la movilidad, se ha fortalecido el sistema Qrobús, sin embargo el parque vehicular crece al 3% anual. La bicicleta y las ciclovías sobrepuestas en las vialidades prexistentes para los automóviles, han prosperado escasamente hasta la fecha, parecen ser más un estorbo que un beneficio. Lo que sí ha venido aumentando de forma notoria, es la circulación de motocicletas, las cuales circulan a exceso de velocidad y de manera tortuosa, zigzagueando entre los carriles, parecen no seguir regla alguna, convirtiéndose en un serio peligro para la ocurrencia de accidentes.

El transporte colectivo público es una de las mejores alternativas para el desplazamiento de la población. En la medida en que mejore el sistema de transporte público, el uso del automóvil podrá atemperarse y por tanto las vialidades serán más eficientes, con menos autos circulando.

La ZMQ ha crecido con dispersión, pero también está generándose concentración; se han generado desarrollos inmobiliarios en zonas alejadas del centro de la ciudad que encarecen la prestación de servicios municipales y estatales, lo que provoca mayor gasto público y privado, pérdida de horas hombre en traslado, consumo de gasolina y contaminación ambiental. En contraste, la concentración que se está permitiendo en algunas áreas de la ciudad, se observa insostenible.

Nuestra Metrópoli ha destacado por la gran cantidad de nuevos edificios altos y plazas comerciales, sin embargo, la concentración poblacional y la actividad que propician se sirve de la deficiente e insuficiente infraestructura vial, lo que conduce al deterioro de la calidad de vida. Nuestra ZMQ padece de dispersión y la gran cantidad de desarrollos inmobiliarios que se está generando no cuenta con las vialidades competentes para las exigencias actuales y menos para las futuras.

La movilidad sostenible debe atender los problemas ambientales y sociales ocasionados por la generalización de un modelo de transporte urbano basado en el automóvil particular, con inconvenientes entre los que destacan la contaminación y los efectos nocivos sobre la salud de la población, así como la saturación de las vialidades. Deben implementarse alternativas que ayuden a mitigar los efectos negativos de este modelo, además de crearse un nuevo arquetipo de ciudad sostenible. Resulta indispensable establecer como objetivos, un modelo de transporte eficiente que mejore la competitividad del sistema productivo y mayor seguridad en los desplazamientos, mejorar la calidad del aire y la calidad de vida de la población.

Para aumentar la productividad y la competitividad, deben proveerse la infraestructura y servicios necesarios para la movilidad de personas y bienes. Sin embargo, dicha provisión de infraestructura presenta un reto significativo, maximizar la productividad económica y al mismo tiempo minimizar los impactos negativos sociales y ambientales.

Ex Rector de la UAQzepeda@uaq.mxjalfredozg@yahoo.com.mx

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