Las calles del Centro Histórico de la ciudad de Santiago de Querétaro representan la historia de más de cuatro siglos donde convergen diversas corrientes arquitectónicas que hacen de la ciudad un lugar especial.

El investigador Edgardo Moreno Pérez señala que la Alameda es un “espacio para la recreación y el esparcimiento colectivo, es parte de la memoria y los imaginarios de los queretanos, por lo cual es un lugar simbólico; con un valor histórico y estético contenido en la geografía y paisaje urbano”.

El 30 de marzo de 1981 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se le declara una zona de monumentos históricos en la ciudad de Querétaro porque las características formales de su estructura y espacios urbanos como hoy se conservan, son elocuente testimonio de excepcional valor para la historia social, política y del arte en México.

También se considera que es “indispensable dentro de los planes de desarrollo de los asentamientos humanos, la protección, conservación y restauración de las expresiones urbanas y arquitectónicas relevantes que constituyen en extraordinario patrimonio cultural del cual somos depositarios y responsables”.

La zona de monumentos históricos comprende un área de 4 kilómetros cuadrados; en la descripción del Perímetro "A", se incluye la Alameda Hidalgo. Se determinan ciertas características específicas de la zona de monumentos históricos materia de esta Declaratoria, entre los elementos urbanos característicos de esta ciudad se menciona a la Alameda y sus fuentes.

Sin embargo, en 2017 el Consejo Consultivo Ciudadano de la Alameda Hidalgo, organismo ciudadano creado con fundamentos legales pero sin facultades para aprobar el proyecto de intervención para este parque; así lo hizo y al año siguiente se develó una maqueta con un costo de 9 millones 59 mil pesos y que se ubica en la explanada sobre avenida Zaragoza que es el acceso principal a la Alameda y mide 16 metros de largo por 11 de ancho. Por sus dimensiones obstruye la vista y movilidad de los peatones y si el objetivo era presentar lo que es el centro histórico, sus medidas son de proporciones desmedidas.

Por otro lado, la intervención del Instituto de Planeación Municipal organismo público descentralizado del municipio de Querétaro, cuyo objeto es desarrollar la planeación sustentable para el municipio, que tampoco tiene facultades para intervenir la zona de monumentos históricos, dio el visto bueno de la ubicación al basamento para la maqueta”. Posteriormente fueron robadas algunas piezas de la maqueta, lo que originó que se hiciera una protección de cristal templado que representó una inversión de 288 mil 603 pesos, además del costo del reemplazo de las piezas.

El decreto de la Zona de Monumentos indica que las construcciones que se hagan en este espacio se sujetarán a las condiciones establecidas en las disposiciones legales aplicables y en todo caso cualquier obra de construcción, restauración o conservación en la zona de monumentos históricos, deberá realizarse previa solicitud del particular ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia. La delegada del INAH señaló que desde el inicio, el tamaño de la maqueta y el concepto del uso para lo cual se destinarían, no estuvieron conceptualizados de una manera clara y estas observaciones las hicieron con oportunidad.

La Monumental Alameda Hidalgo también ha sido incluida en la Declaratoria de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

La actual autoridad municipal debería revisar que no hay soporte, ni legal, ni social para que siga ocupando espacio esta maqueta. Fue una ocurrencia de la autoridad en turno, se puede retirar y colocar en una zona donde pueda ser vista por los turistas y paseantes y no contravenga las disposiciones legales.

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